Comentan temor en Europa ante ascenso de la derecha
La revista Foreign Affairs habló de un pánico significativo tras los recientes triunfos electorales de la extrema derecha en Francia y los éxitos en Alemania, Italia, los Países Bajos y otros lugares en el continente.
Los recientes triunfos electorales de la extrema derecha en Francia y los éxitos en Alemania, Italia, Países Bajos y otras naciones generan "un pánico significativo" en Europa, comentó la revista Foreign Affairs.
De acuerdo con el medio estadounidense, la preocupación viene por el posible impacto en la seguridad del continente y en sus relaciones con Washington, también pendientes de una cercana elección.
El artículo, indicó que los avances de la derecha en los últimos dos años generaron el despertar de muchos partidarios centristas en la Unión Europea (UE), de la cual pudiera apoderarse la triunfante línea política, algo contemplado en el plano conceptual pero visto hasta ahora como imposible.
Mencionó entre los logros de la derecha los resultados de las elecciones parlamentarias europeas de junio, donde dos alianzas de extrema derecha son ahora el tercer y cuarto grupo más grandes, por delante del centrista Renovar Europa.
También en Francia resaltó la Agrupación Nacional (RN) de Marina Le Pen, y aunque el presidente Emmanuel Macron disolvió la Asamblea Nacional y convocó elecciones anticipadas, el RN devino, por primera vez, el partido individual más grande en el cuerpo legislativo nacional, refirió la revista.
Al sumarse los éxitos en Alemania, Italia, Países Bajos y otras partes de Europa, es notable la consternación de los partidarios centristas, quienes ven en el nacionalismo de la extrema derecha una amenaza significativa para la integración europea.
Sin embargo, la extrema derecha y la UE sí son compatibles, en tanto esa imagen de Europa como “bloque cristiano blanco”, comulga con el proyecto aparentemente liberal de integración europea, y lejos de desintegrarse, la unión avanzaría en lo que el articulista llamó “giro civilizacional”, puntualizó.
Al respecto, llamó a no simplificar los preceptos de la derecha y verla sólo como nacionalista, porque es también “civilizacionista”; y habla tanto en nombre de un país contra Europa, como del continente contra el resto del mundo; y de una Unión a su juicio amenazada por inmigrantes no blancos que reemplaza a la población nativa.
Ejemplo de ello es el nuevo grupo en el parlamento europeo creado por el primer ministro húngaro, Viktor Orban, llamado Patriotas de Europa, nombre que capta perfectamente la tensión entre nacionalismo y civilizacionalismo en la imaginación de la extrema derecha.
Los partidarios de la integración europea (eliminación de barreras al movimiento de capitales, bienes y personas dentro de Europa) hablan de ella como si se tratara de integración global, cuando en realidad es un proyecto análogo al nacionalismo y no su opuesto, aseguró el análisis.
A consideración de la revista, es un regionalismo o cuasi nacionalismo a escala continental basado en valores cívicos, pero también en elementos étnicos, culturales e ideológicos que persistieron después de la Segunda Guerra Mundial.
La UE ya es mucho más trumpiana de lo que muchos estadounidenses creen (en referencia a Donald Trump), sobre todo en su enfoque hacia la inmigración, pues su frontera sur es mucho más mortal que la de Estados Unidos, con más de 30 mil personas muertas mientras intentaban cruzar el Mediterráneo en los últimos 10 años, apuntó.
Según la organización Human Rights Watch, la política europea hacia los inmigrantes es simple: “dejarlos morir”, lo cual contradice la visión cosmopolita que algunos tienen de ese continente.
Por tanto, el articulista sí ve posible la continuación de la Unión bajo el poder de la extrema derecha, con integración en algunas áreas, y posturas cada vez más conservadoras en cuanto a identidad, inmigración, democracia, Islam.
No está esa imagen muy lejos de lo que ocurre ahora, advierte la revista, pues a partir del patrón de relaciones con Turquía, ya pagaron a estados autoritarios del norte de África para impedir por medios violentos la navegación de migrantes en el Mediterráneo, a pesar de las afirmaciones de la UE de defender la democracia y los derechos humanos.
Desde su perspectiva, en lugar de amenazar a la UE desde fuera, la extrema derecha ha estado moldeándola desde hace algún tiempo desde dentro, como demuestra que el director de la agencia Frontex entre 2015 y 2022 (cuyo presupuesto se quintuplicó en ese periodo), Fabrice Leggeri, es miembro del Parlamento Europeo.
En cuando a la seguridad regional, el medio describió “una avalancha de propuestas” a los europeos para hacerse “a prueba de Trump” y lograr una autonomía estratégica también en lo militar, para no depender de la protección de Estados Unidos, tal como se habló en 2016, con la primera elección del candidato republicano; ahora con el inconveniente de tener a Reino Unido fuera de la Unión
Para lograr esa independencia de Washington necesitan depender más entre sí, y sobre todo de Francia, su única potencia nuclear, lo cual se tambalea en caso de ganar la extrema derecha en las elecciones de 2027, debido a los numerosos vínculos públicos de Le Pen con el presidente ruso Vladimir Putin, indicó Foreign Affairs.