Una investigación del periódico estadounidense The New York Times reveló detalles sobre el papel de Emiratos Árabes Unidos (EAU) en el apoyo a las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en el conflicto en Sudán.

El informe destacó que Emiratos empleó drones a lo largo de la frontera sudanesa para guiar caravanas que transportaban armas para esas fuerzas.

Según el artículo, estos aviones no tripulados sobrevolaron la sitiada ciudad de El Fasher para respaldar a esa milicia, acusada de bombardear hospitales, saquear suministros de alimentos e incendiar miles de viviendas.

Los drones, explicó la investigación, despegaban desde una base que Emiratos presentaba como parte de un esfuerzo humanitario dirigido al pueblo sudanés, pero que en realidad formaba parte de una campaña encubierta para armar y financiar a la fuerza insurgente.

The New York Times señaló que Abu Dabi, al mismo tiempo que se proyectaba como un defensor de la paz y la diplomacia, utilizaba el reconocido emblema de ayuda internacional, la Media Luna Roja, como cobertura para enviar equipo militar y combatir en Sudán.

Igualmente, reveló la pesquisa que esa nación árabe operaba desde un aeropuerto militar en Chad, recientemente ampliado para el despliegue de drones y controlado por estaciones de mando, según imágenes satelitales.

Las mismas representaciones revelaron la existencia de un almacén de municiones y una estación de control de drones cerca de una pista de aterrizaje, a menos de 700 metros de un hospital gestionado por EAU para tratar a combatientes de las FAR.

Además, a principios de este año, un avión privado emiratí transportó al líder de esa insurgencia, Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, en una gira por seis países africanos.

Miembros del Congreso de Estados Unidos pidieron recientemente al presidente Joe Biden, en vísperas de su reunión con el mandatario emiratí Mohamed bin Zayed, que abordara las preocupantes denuncias sobre su apoyo a las FAR y le instara a detenerlo en aras de promover la estabilidad en Sudán.

El Congreso expresó su inquietud, señalando que las acciones de Emiratos contradecían los esfuerzos estadounidenses para poner fin a la violencia y buscar la paz y la justicia en Sudán.

Destacaron que las Fuerzas de Apoyo Rápido cometieron crímenes de guerra, de lesa humanidad y limpieza étnica en el país y subrayaron la importancia de que la relación entre Washington y Abu Dabi se basara en valores e intereses compartidos para estabilizar Sudán.