¿Cómo interpreta "Israel" la guerra con Hizbullah?
El diario británico Financial Times analizó las perspectivas de "Israel" si continúa su agresión contra Líbano y lanza un ataque terrestre, 18 años después de la última guerra contra Hizbullah.
¿Qué pasaría si "Israel" continúa su agresión contra Líbano y lanza un ataque terrestre, 18 años después de la última guerra contra Hizbullah, en julio de 2006?, analizó este miércoles el diario Financial Times, a la luz de los temores expresados por los medios israelíes sobre las capacidades de Sayyed Hassan Nasrallah para enfrentar el desafío.
Según el periódico británico, cabe la posibilidad de que la Resistencia libanesa lance hasta tres mil misiles u otros proyectiles cada día hacia los territorios palestinos ocupados.
Estas operaciones serían en intensos ataques diseñados para confundir a las defensas aéreas israelíes mientras se centran en objetivos precisos y específicos, desde bases militares hasta ciudades, como advirtió un estudio reciente la Universidad Reichman, de "Israel".
A juicio del medio foráneo, la agresión israelí contra Líbano depende en gran medida de los cálculos políticos adoptados por el primer ministro de la ocupación, Benjamín Netanyahu, y su definición de “victoria completa” en el nuevo blanco de su agresión.
En la Franja de Gaza no hay señales de victoria para "Israel", en tanto Hamas se niega a rendirse y aún mantiene 100 prisioneros israelíes en su poder, tras casi un año de bombardeos e incursiones terrestes, durante el cual Netanyahu intentó destruir ese movimiento y sus capacidades militares.
De acuerdo con Financial Times, los objetivos de la agresión israelí contra todo Líbano "se limitan a garantizar una región norte suficientemente segura para el regreso de decenas de miles de israelíes, para lo cual deberían reducir la fuerza de Hizbullah.
Su arsenal, estimado en unos 200 mil cohetes y misiles balísticos, empujó a sus combatientes al norte del río Litani, valoró el diario, y descartó una agresión terrestre inmediata contra Líbano porque sería más complejo y peligroso para "Israel" que estos ataques aéreos.
En ese sentido, recordó cómo la invasión israelí a Líbano en 1982 fue el equivalente para "Tel Aviv" a la experiencia de Estados Unidos en Vietnam.
Además, el ejército israelí está hoy agotado, después de un año de combates en la Franja de Gaza, argumentó Financial Times.
Por tanto, el ataque terrestre sería una “etapa final”, en tanto no aportará beneficios significativos, al decir de un ex alto funcionario de Inteligencia del ejército israelí, Shlomo Mofaz, citado por el periódico británico.
"Israel" tiene sólo tres divisiones operando en el norte, igual número de las desplegadas en 2006, y menos que las cuatro divisiones enviadas a la Franja de Gaza, por tanto el ataque terrestre no está sobre la mesa en los próximos días, o incluso semanas, ponderó Mofaz.
Lecciones de la guerra de julio
Si "Israel" lanza una agresión terrestre sufrirá mucho, según reconoció el primer ministro durante la guerra de julio de 2006, Ehud Olmert.
Desde su perspectiva, ese sufrimiento no se parecerá a nada de lo enfrentado en todas sus guerras contra los países árabes desde 1948, porque “el conflicto integral con Hizbullah pudiera expandirse hasta involucrar a Irán, y eso será "extremadamente doloroso y sangriento”.
El periódico valoró cómo la ausencia de una victoria decisiva en 2006 obsesionó a Olmert, para quien la lección más importante de aquella guerra era la necesidad de aprender a ser más humildes, "lo cual es casi imposible", admitió el exministro.
Financial Times recordó que en julio de 2006 los objetivos de Hizbullah, identificados por la Fuerza Aérea sionista con antelación, “se agotaron durante la primera semana de la guerra”. Entonces los pilotos israelíes utilizaban los mejores aviones de combate del mundo durante 34 días. pero sólo atacaron sitios de la Resistencia libanesa. "Dios reveló los combates, no sus ubicaciones estratégicas”, acotó.
Aquella guerra terminó en un punto muerto entre "Israel", cuyo ejército cuenta con los mejores recursos de la región, y Hizbullah, apoyado por Irán y y fortalecido en los últimos 18 años.
Pero ahora, después de estos 18 años, mientras la agresión aérea israelí generalizada contra el Líbano lo lleva al borde de otra guerra, con un alcance integral, las lecciones militares aprendidas (o no) por ambas partes pueden remodelar la región, consideró el diario citado.
Hizbullah se benefició de las lecciones de la guerra de 2006. Importó tecnología iraní de misiles y drones, entrenó a sus cuadros y cavó una red de túneles más grandes que los de Hamas en Gaza, describió el artículo.
A modo de comparación con las dificultades esperables para el ejército de ocupación, el diario se refirió a los túneles de Hamas, difíciles de destruir, inmunes a la vigilancia electrónica y refugio eficaz para los combatientes y sus armas, a pesar de estar excavado en arenisca blanda.
En el caso de Líbano, sus combatientes tuvieron además la posibilidad, durante este año de enfrentamientos, de dibujar mapas de posibles objetivos en los territorios ocupados, y de estudiar cómo respondería "Israel" a los ataques con aviones no tripulados, de los cuales muchos lograron eludir las defensas aéreas.
La relativa moderación de Nasrallah es preocupante.
Además de los datos militares que suscitan temores en la entidad ocupante, un alto responsable político israelí expresó profunda preocupación por la relativa moderación y control en la gestión de la batalla mostrado por el secretario general de Hizbullah, Sayyed Hassan Nasrallah.
El corresponsal de asuntos políticos del Canal 12 israelí, Yair Sharki, comentó el ataque libanés contra la sede de la inteligencia israelí (Mossad), ubicada en los suburbios de "Tel Aviv" este miércoles por la mañana, para lo cual emplearon un misil balístico Qader 1.
Desde su mirada, los ataques israelíes contra Líbano no significan que Nasrallah sea incapaz de dirigir operaciones: más bien lo tiene todo pensado, "y todavía no sabemos lo que está pensando”.
Para el comentarista de asuntos árabes del mismo canal, Ohad Hamo, esta batalla apenas está en el comienzo, pues Sayyed Nasrallah tiene “capacidades muy importantes”, y expresó su esperanza de que no se las muestre al ejército y población israelí.
La Resistencia libanesa puede hacer más: no sólo apuntar a "Tel Aviv" con un misil balístico, sino lanzar muchos a distancias mucho mayores; por tanto ese disparo contiene un mensaje de Sayyed Nasrallah: su disposición a correr el riesgo y poner a "Tel Aviv" en la ecuación, a la luz de que "Israel" incluyó los suburbios del sur en Beirut, lo cual no es apropiado para ustedes.
Al hablar de llevar a cabo deliberadamente el ataque con un solo misil, Hamo dijo que esto se debe al hecho de que la operación tiene como objetivo "enviar un mensaje primero y, en segundo lugar, romper la barrera psicológica".
"Creo que lo que está sucediendo aquí es un intento de empujarnos a una especie de intensa guerra de desgaste... Ellos (Hizbullah) no quieren una guerra integral y, por lo tanto, Nasrallah está insinuando lo que puede hacer ", valoró Hamo.