Reino Unido presionó a Libia en 2004 para cerrar contrato de armas
Documentos secretos revelados por el diario Financial Times dieron cuenta de la existencia de una carta escrita por Richard Evans, entonces presidente de BAE Systems, en la cual solicitó al jefe de gabinete del primer ministro, Tony Blair, para iniciar conversaciones con el presidente de Libia, Maummar Gaddafi, para la venta de armamentos al país africano.
El gobierno del Reino Unido, bajo el liderazgo de Tony Blair, presionó a Libia durante el mandato de Muammar Gaddafi para concretar un acuerdo de armas en 2004 a favor de la empresa BAE Systems.
Según los documentos secretos revelados por el diario Financial Times, en una carta escrita por el entonces presidente de BAE Systems, Richard Evans, en la cual solicitó al jefe de gabinete de Blair, Jonathan Powell, iniciar conversaciones con Gaddafi en Libia.
Los intercambios documentaron las discusiones centradas en un acuerdo de entendimiento para cubrir proyectos civiles y militares futuros.
Esas negociaciones fueron canalizadas por el primer ministro de ese entonces, quien transmitió las demandas de la empresa al gobierno libio, reflejo de la estrecha relación entre Blair y Gaddafi.
Según una misiva fechada el 22 de marzo de 2004, Evans explicó que BAE Systems llevaba tres años en contacto con Libia, a la espera de la normalización de relaciones, con un contrato de 65 millones de libras esterlinas para trabajos urgentes, incluidos tráfico aéreo y comunicaciones.
En respuesta a esa epístola, tras conversar con el ministro de Exteriores de Libia, Powell confirmó haber acordado los términos desde Trípoli, a donde realizó una visita exitosa para facilitar más inversiones de BAE Systems.
Por otro lado, el entonces ministro de Exteriores del reino, Jack Straw, celebró la iniciativa y la describió como un día muy positivo para la paz y la seguridad mundial, aunque las dudas sobre el alcance real del arsenal libio continuaron.
Tras el levantamiento del embargo, la empresa de defensa MBDA obtuvo en 2007 un contrato de 199 millones de libras esterlinas con Libia para suministrar misiles antitanques y un sistema de comunicaciones asociado.