Arabia Saudita comenzó 2025 con la emisión de bonos por 12 mil millones de dólares y un préstamo gestionado por el Fondo de Inversiones Públicas (PIF) para financiar ambicioso plan de transformación económica.

Según la agencia estadounidense Bloomberg, el fondo soberano del reino anunció un anticipo de siete mil millones de dólares firmado con 20 bancos, mientras la cartera de Finanzas confirmó la obtención de 2,5 mil millones de tres emisores internacionales.

Como parte del plan Visión 2030, promovido por el príncipe heredero Mohammad bin Salman para rediseñar la economía del mayor exportador de petróleo del mundo, el gobierno destino cientos de miles de millones de dólares a proyectos de ciudades futuristas como Neom, la producción de vehículos eléctricos y el desarrollo de semiconductores.

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Conforme a la publicación, el presupuesto gubernamental registrará déficits al menos durante los próximos años, lo cual obligará a Riad a depender más del endeudamiento.

Para algunos expertos, algunas iniciativas de gasto masivo planificadas quedarán retrasadas para priorizar inversiones estratégicas, como la preparación para los Juegos Asiáticos de 2027 y el mencionado evento futbolístico.

Además, atribuyeron estas decisiones en parte a limitaciones financieras y la necesidad de evitar un sobrecalentamiento de la economía.