"Israel" reconoció el uso de una ambulancia por parte de sus soldados durante una incursión en Nablus, en el norte de Cisjordania.

Según el periódico británico The Guardian, el vehículo detuvo su marcha en una calle estrecha del campo de refugiados de Balata, sin elementos para diferenciarla de otras ambulancias que circulan en la zona a diario. 

Luego cinco soldados israelíes descendieron del vehículo y participaron en una operación que resultó en la muerte de dos civiles, entre ellos una mujer de 80 años.

El ejército israelí admitió que el uso de la ambulancia para fines operacionales, sin permiso ni aprobación de los comandantes correspondientes, constituyó "un grave crimen". 

Además, las organizaciones de derechos humanos calificaron la incursión como una violación flagrante del derecho internacional humanitario, según la cual se prohíbe el uso de vehículos médicos para fines militares.

Por su parte, la organización israelí de derechos humanos B'Tselem, a cargo de la investigación del incidente, advirtió sobre esa postura de "Israel", pues ya no intenta siquera ocultar sus crímenes de guerra y actúa como si las reglas y principios del derecho internacional no se aplicaran a ella.

The Guardian publicó imágenes de las cámaras de seguridad de una tienda en la vía del mercado, donde se observa a soldados israelíes bajando de al menos dos vehículos civiles: la ambulancia y una furgoneta blanca. 

En el video se escuchan disparos y es posible ver a los transeúntes mientras huyen para salvar sus vidas.

De acuerdo con las fuentes militares israelíes, la incursión tenía como objetivo detener o eliminar a seis miembros de facciones locales de Balata vinculadas a combatientes del movimiento Fatah, pero esa misión fracasó, en tanto ninguna de esas personas fue detenida ni eliminada.