Resistencia palestina enfrenta a la ocupación israelí en Yenín
La Resistencia palestina en Yenín se enfrenta a las fuerzas de ocupación que lanzaron una agresión sin precedentes contra la ciudad y su campamento, con un saldo preliminar de nueve mártires y unos 40 heridos.
La Resistencia palestina enfrenta una de las agresiones más intensas de las fuerzas israelíes durante los últimos años contra la ciudad de Yenín y su campamento de refugiados.
Estos enfrentamientos comenzaron en la mañana del martes cuando las tropas de ocupación lanzaron una operación de gran escala apoyadas por helicópteros Apache, drones y maquinaria pesada, incluyendo excavadoras militares.
Como consecuencia, el Ministerio de Salud palestino reportó de manera preliminar nueve mártires. También hubo unos 40 heridos, algunos en estado crítico, según la Media Luna Roja.
Las Brigadas Al-Quds, brazo armado del movimiento Yihad Islámica, protagonizaron "feroces enfrentamientos" con armas automáticas y explosivos para frenar el avance de los soldados enemigos.
Entre los incidentes más destacados, los combatientes palestinos detonaron un artefacto explosivo contra una excavadora militar israelí que dejaron fuera de servicio en el eje de Al-Hussan.
También las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa de Fatah intensificaron los ataques armados contra las fuerzas sionistas dentro del campamento de refugiados.
La incursión israelí contra Yenín incluyó bombardeos selectivos en zonas residenciales del campamento de refugiados, como el barrio de Al-Safouri, y el bloqueo de accesos principales.
Además, las excavadoras militares destruyeron carreteras y otras infraestructuras esenciales, exacerbando la ya precaria situación de la población.
Una casa en el área de Khillet Al-Sawha fue tomada por las fuerzas israelíes para convertirla en una base temporal y drones de la ocupación lanzaron bombas de humo dentro del campamento, complicando aún más la movilidad y la evacuación de heridos.
Paralelamente a los enfrentamientos en Yenín, las autoridades israelíes aumentaron las restricciones en Cisjordania, instalando puertas de hierro y barreras de concreto en varias localidades.
De acuerdo a grupos de derechos humanos, estas medidas buscan aislar regiones enteras y limitar el movimiento de los ciudadanos palestinos como forma de castigo colectivo.
Las tropas enemigas también realizaron incursiones en Deir Istiya, al noroeste de Salfit, y en el campamento de refugiados de Shuafat, en el norte de Jerusalén Este.
El gobernador de Yenín, Kamel Abu Roub, calificó la operación israelí como una "invasión de la ciudad y su campamento de refugiados".
Por su parte, Muayyad Shaaban, jefe del Comité Palestino contra el Muro y los Asentamientos, denunció que estas acciones buscan fortalecer el control de los colonos en Cisjordania.
Analistas políticos consideraron esta ofensiva como un intento del primer ministro de "Israel", Benjamín Netanyahu, de apaciguar a los sectores más radicales de su gobierno tras el reciente alto el fuego en la Franja de Gaza.
El movimiento de resistencia Hamas aseguró que "la operación israelí fracasará, como todas las anteriores". Mediante un comunicado, llamó a la movilización general para apoyar a los combatientes en Yenín.
La Yihad Islámica destacó que la operación "Muro de Hierro" es un intento desesperado de compensar los fracasos de la entidad sionista en el enclave costero. "Yenín será un ejemplo de resistencia y unidad", señaló.
Grupos como el Frente Popular para la Liberación de Palestina y las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa reiteraron que el pueblo palestino continuará los enfrentamientos contra la ocupación "con todas las herramientas posibles".
La situación en Yenín sigue deteriorándose y, mientras tanto, la población permanece atrapada entre los bombardeos y las restricciones impuestas por las fuerzas israelíes.