El "ejército" israelí inició este martes una ofensiva terrestre en el sur de Gaza con el objetivo de ocupar áreas estratégicas y establecer una "zona de seguridad" en la frontera.

Según medios israelíes, la operación denominada "Coraje y Espada" busca neutralizar al movimiento Hamas y anexionar territorios.

El ministro de Defensa israelí, Ysrael Katz, afirmó que la operación militar tiene tres objetivos clave:

• Destruir células armadas de Hamas
• Eliminar infraestructura terrorista
• Controlar tierras para anexionarlas a zonas de seguridad

Katz instó a los gazatíes a "expulsar a Hamas" y liberar a los prisioneros israelíes, argumentando que la derrota del grupo es la única forma de acabar con la guerra.

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Mientras avanza la operación terrestre, "Israel" llevó a cabo evacuaciones masivas en áreas de combate, y a mismo tiempo, la artillería y aviación bombardeó Rafah y Khan Yunis, en el sur de Gaza.

Fuentes palestinas reportaron ataques aéreos y terrestres durante toda la noche, con al menos tres fallecidos y varios heridos.

Medios locales destacaron incursiones de vehículos militares israelíes en el este de Rafah.

Netanyahu defiende la estrategia militar

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, justificó la ofensiva y afirmó que la presión militar es la única vía para recuperar a los prisioneros israelíes.

Asimismo, aseguró que el ejército ataca capacidades militares y administrativas de Hamas para forzar su rendición.

Testigos en Gaza informaron de bombardeos continuos y disparos desde helicópteros israelíes. La operación generó desplazamientos masivos y un aumento en víctimas civiles.

Esta escalada ocurrre en medio de tensiones regionales y críticas internacionales por el impacto humanitario en la población de la Franja.