Asesinado comandante de seguridad en Libia tras explosión en Trípoli
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Al Mayadeen Español
- Hoy 05:48
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Comandante Abdul Ghani al-Kakli fue asesinado tras una explosión en Trípoli. El ataque obligó a cerrar el aeropuerto y suspender clases universitarias.
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El extinto jefe del aparato de Apoyo a la Estabilidad en Libia, Abdul Ghani al-Kakli.
El jefe del aparato de Apoyo a la Estabilidad de Libia, comandante Abdul Ghani al-Kakli, fue asesinado el lunes en el sur de Trípoli, tras una fuerte explosión en la capital.
La muerte del alto funcionario, alineado con el Gobierno de Unidad Nacional, desató el cierre del aeropuerto y provocó medidas de emergencia en varios sectores.
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Cierre de aeropuerto y suspensión de actividades
La detonación ocurrió momentos antes del ataque contra el jefe de seguridad. Como respuesta inmediata, las autoridades cerraron el Aeropuerto Internacional de Mitiga y redirigieron los vuelos hacia la ciudad de Misrata.
También suspendieron las clases, exámenes y trámites administrativos en todas las facultades de la Universidad de Trípoli.
El Ministerio del Interior instó a la población a no salir de sus viviendas tras reportes de disparos en distintas zonas de la capital.
A su vez, el Servicio de Ambulancias y Emergencias activó el estado de máxima alerta en todas sus sedes ante el riesgo de nuevos ataques.
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Figura clave en el aparato militar oficialista
Abdul Ghani al-Kakli desempeño un rol estratégico dentro de las fuerzas vinculadas al Gobierno de Unidad Nacional.
Su asesinato reaviva las tensiones entre las distintas milicias, las cuales disputan el control territorial en la capital.
En febrero, el ministro de Estado para Asuntos del Consejo de Ministros, Adel Jumaa, fue blanco de un intento de asesinato también en Trípoli.
Los hechos evidenciaron una escalada de violencia política contra altos funcionarios del ejecutivo liderado por el primer ministro Abdul Hamid Dbeibé.
Escalada de violencia y crisis institucional
Desde la caída de Muammar Gadafi en 2011, Libia sufre una profunda crisis institucional y fragmentación de poder entre milicias, parlamentos rivales y gobiernos paralelos.
La inestabilidad reflejó la dificultad para consolidar un proceso de reconciliación nacional impulsado por actores internacionales.
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El asesinato del alto jefe de seguridad podría intensificar los enfrentamientos en la capital, donde grupos armados mantienen fuerte presencia y control sobre infraestructuras clave.
La situación pone en jaque los esfuerzos diplomáticos para estabilizar el país.
