Trump compara bombardeos en Irán con Hiroshima y Nagasaki
El presidente defendió la ofensiva y afirmó que destruyó instalaciones nucleares para poner fin a la guerra.
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Si no hubiéramos destruido las instalaciones nucleares, seguirían combatiendo ahora, declaró Trump.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rechazó este miércoles las filtraciones sobre los ataques a instalaciones nucleares iraníes y la limitación de los daños causados y los comparó con los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945.
Durante la cumbre de la OTAN en La Haya, Países Bajos, Trump destacó la detención del conflicto gracias a la decisión de atacar.
En su opinión, la incursión destruyó las instalaciones y puso fin a la guerra rápido.
"No quiero usar como ejemplo a Hiroshima ni a Nagasaki, pero fue lo mismo, terminó una guerra… Si no hubiéramos destruido las instalaciones nucleares, seguirían combatiendo ahora”, declaró.
Ataques de EE. UU. no destruyeron el programa nuclear de Irán https://t.co/0Q5I0ziXND#Iran #EstadosUnidos #ProgramaNuclear pic.twitter.com/bKlNLU4KkD
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) June 25, 2025
Detalles del bombardeo del 22 de junio
En la madrugada del domingo 22 de junio, cazas estadounidenses bombardearon las instalaciones nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán.
Según reportó Fox News, la operación incluyó el uso de seis bombas antibúnker desde bombarderos B-52 contra Fordow y el lanzamiento de 30 misiles Tomahawk desde submarinos sobre los otros dos sitios.
Respuesta a filtraciones de inteligencia
Las declaraciones del mandatario llegan en medio de la polémica por una filtración de un informe preliminar elaborado por el Comando Central y la Agencia de Inteligencia de Defensa, el cual indicó la imposibilidad de destrucción completa del programa nuclear iraní.
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El documento contradijo la narrativa oficial y aumentó la presión sobre la administración Trump por el manejo de información clasificada y la veracidad de sus declaraciones públicas.
De acuerdo con los informes, el ataque del 21 de junio marcó una escalada directa entre Washington y Teherán, luego de semanas de tensiones regionales y ataques mutuos.
Las comparaciones con Hiroshima y Nagasaki generaron reacciones encontradas, al tratarse de un paralelismo con el uso de armas nucleares, pese a que los bombardeos sobre Irán emplearon armamento convencional de alta penetración.