La policía de  Pakistán informó este martes sobre un violento ataque contra una base paramilitar en la ciudad noroccidental de Bannu, en el que murieron seis miembros de las fuerzas de seguridad y seis hombres armados.

Según el jefe de policía del distrito, Sajjad Khan, el asalto comenzó cuando un atacante suicida estrelló un vehículo cargado de explosivos contra el muro perimetral de la base, provocando una potente explosión que permitió el ingreso de otros insurgentes al complejo.

A continuación, se desató un intenso tiroteo que se prolongó durante aproximadamente 12 horas, y la explosión inicial también destruyó parte del muro de la instalación.

Durante el enfrentamiento, 16 agentes de seguridad y tres civiles resultaron heridos. La policía destacó la valentía del personal de seguridad, que resistió durante horas hasta lograr controlar la situación.

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Contexto geográfico y de seguridad

Bannu está ubicada cerca de la frontera con Afganistán, en una región históricamente considerada un bastión de grupos armados.

Aunque ningún grupo reivindicó oficialmente el ataque, las autoridades lo atribuyen a "extremistas que se autodenominan musulmanes", sin señalar a una organización específica.

Uno de los grupos más activos es el Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), también conocido como Movimiento de los Talibanes Pakistaníes, una coalición de facciones islamistas extremistas.

El TTP mantiene una insurgencia contra el Estado pakistaní desde 2007, con el objetivo de derrocar al gobierno e imponer un régimen basado en su interpretación estricta de la ley islámica.

Las autoridades pakistaníes acusaron a los grupos armados de utilizar territorio afgano como base para entrenamientos y planificación de ataques, una afirmación que Kabul rechazó categóricamente.