Encuesta global: think tanks de EE.UU. lideran falta de transparencia
El estudio de On Think Tanks revela que centros de pensamiento de EE.UU. ocultan sus fuentes de financiamiento y dependen de gobiernos y contratistas.
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Encuesta global: think tanks de EE.UU. lideran falta de transparencia.
Un nuevo estudio reveló que los think tanks (tanques pensantes) de Estados Unidos se encuentran entre los menos transparentes del mundo respecto a la divulgación de sus fuentes de financiamiento.
La encuesta, realizada por la organización británica On Think Tanks y citada por el sitio web Responsible Statecraft, abarcó 335 instituciones de más de 100 países y determinó que solo 35 por ciento de los centros estadounidenses informan sobre sus donantes. La cifra contrasta con el 67 por ciento de Asia y el 58 de África.
Opacidad creciente en los centros de pensamiento de EE. UU.
La tendencia apunta a una menor transparencia. En agosto, el Center for American Progress, con ingresos anuales de 46 millones de dólares, anunció que dejaría de divulgar la identidad de sus donantes, alegando temor a represalias políticas del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La decisión llegó después del asesinato del influencer conservador Charlie Kirk, tras lo cual tanto Trump como el vicepresidente JD Vance sugirieron que la Casa Blanca podría dirigir acciones contra grupos progresistas y sus financiadores.
Al respecto, el director del programa de Reforma Política en New America, Mark Schmitt, advirtió que no hay ventajas en ceder frente a las presiones de la administración.
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Dependencia de intereses especiales y autocensura
Según un informe del Quincy Institute, más de un tercio de los principales think tanks de política exterior estadounidenses no publican información sobre sus donantes, en muchos casos por su dependencia de intereses privados.
En los últimos cinco años, los 50 principales centros recibieron 110 millones de dólares de gobiernos extranjeros y 35 millones de contratistas de defensa.
Los investigadores Kjølv Egeland y Benoît Pelopidas concluyeron que los grandes financiadores influyen de manera decisiva en la agenda de investigación sobre armamento nuclear, al determinar los temas a discutir y cuales corrientes de pensamiento prosperan.
Financiamiento en retroceso y crisis en el sector
La encuesta también reveló que 46 por ciento de los think tanks consideran que el entorno político de sus países impactó negativamente su labor el último año, mientras entre 60 y 70 por ciento expresaron preocupación por la falta de nuevas fuentes de financiamiento.
El problema se agravó en marzo, cuando el secretario de Estado, Marco Rubio, anunció la cancelación del 83 por ciento de los programas de USAID.
La medida afectó a centros de investigación en todo el mundo, como CASE Ucrania y Accountability Lab, que reportó una reducción del 60 por ciento de su presupuesto en Pakistán.
La administración Trump también recortó fondos al Wilson Center y al Instituto de Paz de Estados Unidos, fundados en 1968 y 1984.
Pese a las dificultades, el Wilson Center anunció en septiembre la incorporación de nuevos fellows y aseguró que busca reforzar su papel como puente entre academia y políticas públicas.
La encuesta muestra que 71 por ciento de los think tanks identifican la recaudación de fondos como su mayor desafío, frente al 66 por ciento en 2024, confirmó Responsible Statecraft.
Con la retirada del financiamiento estadounidense, muchos recurren a empresas privadas y gobiernos extranjeros, lo que aumenta los riesgos de dependencia e influencia política.
La falta de transparencia en las instituciones estadounidenses contrasta con su rol de promotores de “democracia” y “valores de transparencia” en el exterior, generando un debate sobre su verdadera independencia.