El presidente de Colombia, Gustavo Petro, denunció en la Asamblea General de la ONU el genocidio de “Israel” contra el pueblo palestino, acusando a la comunidad internacional, incluido el propio organismo, de ser cómplice del exterminio en Gaza.

Petro exigió que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y los responsables del genocidio sean capturados y procesados por crímenes contra la humanidad.

Llamó a la  ONU a frenar la diplomacia ineficaz y a organizar un “Ejército de salvación mundial” aprobado por la Asamblea General para detener la matanza.

“Hay que liberar a Palestina”, afirmó Petro y señaló al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como cómplice de respaldar las acciones de “Israel”.

Según él,  Washington amenaza, mata y deja matar a decenas de miles sin hablar de democracia, crisis climática o defensa de la vida.

Críticas a la política militar de Estados Unidos en el Caribe

Noticias Relacionadas

Maduro alerta que agresión de EE.UU. desataría guerra en Sudamérica

AIEA envía inspectores a Irán en medio de negociaciones nucleares

En otro eje de su discurso, Petro arremetió contra los misiles estadounidenses en el Caribe, calificando de mentira el argumento de que buscan frenar el narcotráfico. “Dicen que los misiles en el Caribe eran para detener las drogas. ¡Mentira!”, exclamó.

Señaló que esta estrategia busca someter a los países latinoamericanos bajo la excusa de una guerra antidrogas que, en realidad, es una herramienta de dominación.

Denunció además los asesinatos de al menos 17 jóvenes civiles, exterminados por ser pobres en ataques de Estados Unidos contra embarcaciones en la región.

“El presidente Trump quizá no sabe que su política hacia Colombia,  Venezuela y el Caribe es asesorada por políticos de la mafia de la cocaína”, sostuvo.

Denuncia de racismo y bloqueos económicos

En otro momento de su discurso, el mandatario colombiano criticó el trato que reciben los migrantes latinoamericanos en EE.UU., encerrados en lo que calificó como “campos de concentración” comparables a los de la Alemania nazi.

También rechazó los bloqueos económicos contra países como Venezuela, que considera una política para apropiarse de sus riquezas naturales.

Petro alertó sobre la construcción de una sociedad “rica y racista” que se cree raza superior y empuja a la humanidad hacia la destrucción. El mundo debe decidir entre “capital o vida”, “codicia o vida”, “barbarie o democracia”, aseveró.

En su intervención, el presidente advirtió que la humanidad enfrenta un momento decisivo. Abogó por una revolución mundial de los pueblos, basada en la unidad de las civilizaciones y no en los Estados, para superar la crisis climática y preservar la libertad.

“Es una revolución de la humanidad para seguir viva y libre”, enfatizó.