Enviado especial de Trump confirma contactos con Venezuela
Richard Grenell reveló diálogos con el Gobierno de Venezuela por orden de Trump, pese al despliegue militar de EE. UU. en el Caribe y crecientes amenazas.
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Nicolás Maduro recibió en Caracas en enero pasado al enviado especial de Donald Trump, Richard Grenell.
El enviado especial presidencial de Estados Unidos, Richard Grenell, confirmó que mantiene contactos con el Gobierno de Venezuela por instrucción del presidente Donald Trump, en medio de la creciente tensión por el despliegue militar estadounidense en el mar Caribe.
Durante una entrevista en CBS Mornings, Grenell aseguró que ha sostenido diálogos continuos con el equipo del mandatario venezolano Nicolás Maduro. “Yo he estado dialogando por orden del presidente Trump. He hablado con Maduro, he ido a Venezuela y sigo hablando con su equipo”, declaró.
Conversaciones en medio de amenazas
Las declaraciones coinciden con lo señalado por el Gobierno venezolano, que ha reconocido contactos con representantes estadounidenses aunque el presidente Maduro calificó estas interacciones como “malogradas”, debido a las amenazas bélicas de Washington bajo el pretexto del combate al narcotráfico.
Desde Asunción, Paraguay, Grenell defendió la diplomacia durante una conferencia política conservadora y expresó su confianza en “evitar una guerra”, subrayando que la Casa Blanca tiene “diversas herramientas antes de considerar la vía militar”.
Sin embargo, analistas sostienen que el despliegue militar de EE. UU. en el Caribe apunta a presionar a Caracas para apoderarse de sus reservas petroleras y debilitar el proceso bolivariano.
Narrativa de Washington y respuesta de Caracas
La administración Trump insiste en vincular a Venezuela con el narcotráfico, un argumento rechazado por Caracas, que recuerda sus resultados en la lucha contra bandas criminales, la destrucción de cultivos ilícitos y la cooperación internacional en esta materia.
El presidente Maduro ha denunciado que la estrategia de Washington busca imponer en Venezuela un “gobierno títere”, subordinado a los intereses estadounidenses.
Tras una reunión sostenida el 31 de enero pasado con Grenell, Maduro calificó el encuentro como “positivo” en el abordaje de temas de interés mutuo, pero reiteró que la postura de Venezuela se basa en respeto a la soberanía, a la vida democrática, al derecho internacional y a la integración latinoamericana y caribeña.