Marruecos enfrenta ola de protestas juveniles y abre diálogo político
Miles de manifestantes exigen mejoras en salud y educación, mientras el gobierno lamenta muertes y anuncia apertura al diálogo
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Las protestas juveniles reflejan una profunda crisis de confianza entre amplios sectores juveniles y las instituciones oficiales.
Varias ciudades de Marruecos, entre ellas Rabat, Casablanca, Agadir y Marrakech, registraron por sexta noche consecutiva protestas populares lideradas por jóvenes, quienes denuncian el deterioro de los servicios sociales y reclaman la dimisión del gobierno de Aziz Akhannouch.
El movimiento Generación Z 212 encabezó las movilizaciones, centradas en la falta de acceso a salud y educación públicas de calidad.
Las manifestaciones adoptaron un tono más desafiante tras la muerte de tres personas en el sur del país, lo cual elevó la tensión política y social.
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Jóvenes exigen justicia social y salida de Akhannouch
En Rabat, decenas de personas ondearon banderas nacionales y corearon lemas como “Queremos hospitales, no solo estadios” y “El pueblo quiere salud y educación”.
Protestas similares en distintas ciudades concentraron a cientos de participantes y reafimaron su carácter pacífico.
Aun así, las consignas contra el jefe de gobierno intensificaron en medio de denuncias por la precariedad de los servicios públicos.
Generación Z 212 publicó un comunicado en el cual reiteró sus demandas de equidad en educación y salud, pero desmarcada de cualquier acto de violencia o vandalismo.
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Muertes y actos violentos agravan la tensión
La protesta escaló tras la muerte de tres personas en el sur, abatidas por disparos de la Gendarmería de Marruecos al intentar asaltar un cuartel militar para robar armas, según el Ministerio del Interior.
De acuerdo con las autoridades, la respuesta fue en “defensa propia” porque ciertos grupos transformaron las protestas en “ataques armados y asaltos a edificios públicos”.
También fueron notificados incendios de patrullas policiales y sucursales bancarias en localidades como Salé .
Gobierno lamenta víctimas y acepta abrir diálogo
En su primera declaración desde el inicio de las protestas, Aziz Akhannouch expresó condolencias por las muertes y aseguró su disposición a dialogar con la juventud.
Protestas juveniles en Marruecos escalan tras cuatro días de tensión https://t.co/DyqjB4cjOO#ProtestasJuveniles #Marruecos pic.twitter.com/za1yaBPgi7
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A juicio del secretario de Estado de Inclusión Social, Abdeljabar Rachidi, el ejecutivo quiere trasladar el debate del mundo virtual a las instituciones, en referencia a Discord, la plataforma donde el movimiento organiza gran parte de sus acciones.
Indignación tras crisis sanitaria en Agadir
La referida agrupación juvenil nació tras la muerte de ocho mujeres embarazadas en un hospital público de Agadir, a mediados de septiembre, un hecho que desató indignación nacional por la ineficiencia del sistema sanitario.
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Aunque el Gobierno anunció proyectos de inversión vinculados a la Copa del Mundo 2030 y la Copa Africana 2025, el ministro de Salud, Amine Tahraoui, reconoció como insuficientes las medidas actuales para cerrar las brechas existentes, especialmente en provincias marginadas.
Detenciones masivas y crisis de confianza
Organizaciones de derechos humanos informaron sobre más de 400 detenidos durante las protestas, incluidos 134 jóvenes en espera de juicio.
El movimiento juvenil exigió la liberación de todos los presos de conciencia y participantes de movilizaciones pacíficas y estudiantiles.
Los acontecimientos reflejan una profunda crisis de confianza entre amplios sectores juveniles y las instituciones oficiales, además de dudas sobre la capacidad del gobierno para canalizar el descontento sin represión.