Viraje de dependencia: primeros pasos de Rodrigo Paz hacia EE. UU.
Diario Red analiza el giro de Rodrigo Paz hacia EE. UU. y el retorno de la DEA, en un viraje que refuerza la dependencia económica y geopolítica de Bolivia.
-
El secretario de Estado Marco Rubio y el presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz, en el Departamento de Estado de Washington.
El viraje de dependencia marca los primeros pasos de Rodrigo Paz, cuyo eje inicial como presidente electo de Bolivia consiste en restablecer relaciones con Estados Unidos como vía rápida para enfrentar la crisis de dólares y combustibles.
Un análisis de la plataforma Diario Red señala que la apuesta de Paz combina desideologización retórica con una apertura subordinada a instituciones financieras dominadas por Washington.
Rodrigo Paz plantea que la ruptura con Estados Unidos perjudicó oportunidades comerciales, mientras solicita apoyo del FMI, el BM, el BID y la CAF.
Su estrategia replica esquemas aplicados a gobiernos como los de Mauricio Macri y Javier Milei, que implicaron fuerte endeudamiento externo y reformas de corte neoliberal.
Bolivia en crisis y búsqueda de apoyo estadounidense
La gestión de Luis Arce concluye con inflación alta, déficit fiscal de dos dígitos y un mercado cambiario distorsionado.
En ese escenario, las principales fuerzas políticas coincidieron en renegociar la deuda externa, abrir sectores estratégicos al capital privado y flexibilizar impuestos.
Paz viajó a Estados Unidos en su primera semana, lo que Diario Red interpreta como señal de una alineación geopolítica que intenta justificar bajo el concepto de “desideologización”.
Retorno de la DEA y ruptura con la política exterior previa
El giro supone revertir la línea histórica iniciada por Evo Morales basada en soberanía, antiimperialismo, multilateralismo y defensa de la Madre Tierra.
Entre las medidas más controvertidas figura el retorno de la DEA, expulsada durante el gobierno de Morales por denuncias de injerencia política y violaciones de derechos humanos.
Diario Red recuerda los antecedentes: operaciones extrajudiciales, espionaje, la penetración en instituciones del Estado y episodios como el caso Huanchaca de 1986, donde investigaciones parlamentarias acusaron a agentes estadounidenses de encubrir actividades vinculadas al narcotráfico.
Dependencia económica y geopolítica
Estados Unidos respalda al nuevo gobierno junto con países alineados a su agenda de seguridad. Según el análisis citado, estos gobiernos están atados por dependencia comercial, presencia militar o endeudamiento.
El contraste para Bolivia es significativo: China es su principal socio comercial, origen mayoritario de sus importaciones y destino clave de sus exportaciones, mientras EE. UU. representa apenas tres por ciento de ventas externas.
Esto plantea interrogantes sobre la viabilidad de desplazar al bloque BRICS como eje comercial boliviano, dado el peso tecnológico y estratégico de las importaciones chinas.
Diario Red concluye que el restablecimiento de relaciones con Washington implica aceptar un paquete de dominación económica y militar que condicionará el rumbo del nuevo gobierno.
Al Mayadeen Español