El desafío de conseguir agua y pan en Gaza es una lucha
No es fácil vivir con hambre, enfermedades y bombas, pero los gazatíes buscan formas de sobrevivir a pesar de todo.
Frente a las cámaras de televisión, la Franja de Gaza, en Palestina, vive una catástrofe …una batalla por la vida para conseguir agua, alimentos y medicinas.
Tan pronto como el Sol el sale, el pueblo sobreviviente agarra algunas botellas de plástico y marcha hacia los tanques o plantas desalinizadoras
Una, dos, tres, cuatro…no importa cuántas horas estén allí ni cuánto recorrieron para llegar hacia ese punto, sino la satisfacción de conseguir el líquido.
No siempre es así, debido a los continuos bombardeos de "Israel" y la dificultad de movimiento, o a las carencias de combustible.
Un viaje interminable
Desde el 7 de octubre, el régimen de sionista hizo de las suyas cuando cortó todos los suministros de electricidad y cerró todas las cruces.
Para los nacidos en Palestina es muy difícil, al punto de mezclar agua salada con desalinizada para incrementar la cantidad indispensable para sus hijos, o darle de beber directamente del mar o de la lluvia.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, aquí los niños satisfacen menos del 90 por ciento de sus necesidades.
“Todo esto enciende las alarmas por la crisis de sed y la posible propagación de enfermedades”, afirmó el portavoz del alcalde de la ciudad, Bassem Al-Muhanna.
La población vive agobiada. Además, sabe que los bombardeos de “Tel Aviv” también destruyeron la red de alcantarillado, y contaminaron las aguas subterráneas, superficiales y marinas.
Propagación de infecciones
Trastornos respiratorios, diarreas, dermatitis son algunos padecimientos cada vez más comunes debido al hacinamiento y las pésimas condiciones de vida.
En palabras de la Organización Mundial de la Salud, es preocupante la propagación de males, en especial en un lugar densamente poblado.
Cuando los analistas buscaron las causas, encontraron que la inhalación de humo resultante de la quema de leña, hojas y madera para cocinar ante la escasez de combustible, provoca tos persistente y dolor pulmonar.
Mientras, la alerta por posibles epidemias de tuberculosis o cólera es inminente, por los cuerpos de los mártires amados bajo escombros.
Sin alimentos, otro problema
No es fácil vivir con hambre, pensar con hambre. Los gazatíes ya agotaron todos los suministros de comida y sus medios de vida colapsaron.
Más de 20 panaderías quedaron destruidas por los ataques de la ocupación y todas las actividades comerciales pararon por escasez en la disponibilidad de harina, productos enlatados, aceites, sal de mesa, azúcar, arroz y alimentos para bebés.
La mayoría de la gente prefirió permanecer durante días con sus estómagos vacíos y dejar algo, aunque sea mínimo, para sus hijos, y luego salir por la mañana a conseguir pan o cualquier otra cosa para de nuevo sustentar a sus familias.
"Las opciones se limitan a enlatados, si están disponibles", dice Abeer Atifa, portavoz regional del Programa de Alimentos en Oriente Medio.
Claro, muchas cámaras de televisión omiten estos detalles y dejan el dolor solo en la memoria de quienes lo viven.