La Luna alumbró en China el Fu (felicidad) por el 2024 y encendió también el parque eólico a elevada altitud más grande del mundo. 

Estas enormes turbinas iniciaron su funcionamiento en la ciudad de Nagqu, en la región autónoma del Tíbet, a cuatro mil 650 metros sobre el nivel del mar. 

A pesar de las condiciones causadas por la situación geográfica, los especialistas completaron su construcción en poco más de 260 días.

Según estimaciones del Grupo de Investigación del área, la capacidad de generación de electricidad anual será de aproximadamente 200 millones de kilovatios-hora (kWh). 

Desde su punto de vista, este cálculo representará un ahorro de 60 mil toneladas de carbón estándar y reducirá las emisiones contaminantes. 

Beijing instaló en los primeros nueve meses de 2023 una infraestructura de energía renovable de 172 millones de kWh, récord respecto a años anteriores.

El país es el mayor mercado de ese sector en el mundo y durante el 2022 agregó más de la mitad de los 77,6 gigavatio añadidos en el planeta en el mismo período de tiempo. 

Para muchos, este panorama es el resultado del buen manejo e implementación de las políticas ambientales, que lograron la disminución de la cantidad de tóxicos emanados en la nación. 

Un reciente texto publicado por el Instituto de Política de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos, recordó que durante 2021 el territorio asiático acortó ese problema en un 42 por ciento en comparación con el año 2013.