Premio Nobel de Física 2025 distingue avances cuánticos
Los trabajos de los galardonados, de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, sentaron las bases para próxima generación de tecnología cuántica.
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Premio Nobel de Física 2025: Nueva era cuántica aplicada. Foto: AFP
La Real Academia de las Ciencias de Suecia otorgó el Premio Nobel de Física 2025 fue para el británico John Clarke, el francés Michel H. Devoret y el estadounidense John M. Martinis, por sus “métodos experimentales pioneros que permiten la medición y manipulación de sistemas cuánticos macroscópicos”.
Sus trabajos sobre el control de estados cuánticos en circuitos eléctricos superconductores sentaron las bases para las tecnologías que hoy empiezan a transformar la computación y la industria.
Lo que antes era un dominio teórico, reservado a las partículas subatómicas, trajo por ellos al mundo tangible, y abrió un abanico de posibilidades hasta ahora relegado a la ciencia ficción.
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Biografías de los galardonados: Clarke, Devoret y Martinis
Los tres laureados, aunque a menudo colaboradores, aportaron piezas al complejo rompecabezas de la computación cuántica.
John Clarke
Profesor emérito de la Universidad de California en Berkeley, John Clarke es una figura en el campo de la superconductividad.
Sus contribuciones iniciales en el desarrollo de los SQUIDs (Dispositivos de Interferencia Cuántica) en la década de 1970 fueron el comienzo de los sistemas de medición ultraprecisos que hoy son esenciales para leer el frágil estado de un bit cuántico o qubit.
Michel Devoret
Desde su laboratorio en la Universidad de Yale, Michel Devoret es el arquitecto de lo que se conoce como “electrodinámica cuántica de circuitos” (circuit QED).
Su equipo fue pionero en el diseño de qubits superconductores con tiempos de coherencia cada vez más largos, logrando protegerlos de las perturbaciones del entorno.
John Martinis
El profesor estadounidense lideró el equipo que en 2019 alcanzó la “supremacía cuántica”, y demostró con el procesador Sycamore que un ordenador cuántico podía realizar una tarea específica de forma exponencialmente más rápida que el superordenador clásico más potente.
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Descubrimientos clave y el avance de la física cuántica en acción
El trabajo de Clarke, Devoret y Martinis proporcionó las herramientas para crear, controlar y medir estos estados en sistemas macroscópicos, es decir, en circuitos físicos y no solo en átomos aislados. ¿Cómo lo consiguieron?
Desarrollaron un marco conceptual y experimental para tratar a los circuitos eléctricos, enfriados a temperaturas cercanas al cero absoluto, como si fueran “átomos artificiales”.
En estas condiciones, los sistemas exhiben niveles de energía discretos, al igual que los electrones en un átomo, permitiendo su manipulación mediante microondas.
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Circuitos superconductores en la práctica
Los procesadores cuánticos actuales se basan directamente en los diseños de circuito eléctrico superconductores perfeccionados por los galardonados.
Estos chips, que operan en refrigeradores de dilución a temperaturas más frías que el espacio exterior, son el corazón de los ordenadores cuánticos que ya están disponibles a través de la nube para investigadores y empresas.
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Otras tecnologías cuánticas emergentes
Más allá de la computación, sus trabajos potenciaron otras áreas.
Los sensores cuánticos basados en SQUIDs, por ejemplo, ayudan en la detectección de campos magnéticos, con aplicaciones en medicina (mapeo cerebral) y geología.
A pesar del optimismo, el camino hacia un ordenador cuántico universal y tolerante a fallos sigue siendo arduo.