Guerra de aranceles: ¿quién paga el costo final?
El hombre de negocios que dirige Estados Unidos no contaba con la posición de fuerza que ha plantado China para proteger sus intereses legítimos. Es una guerra que apenas comienza y de seguro no habrá ganadores, pero mientras dure la contienda, muchos pueden perder.
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Guerra de aranceles: ¿quién paga el costo final?
Donald Trump advirtió que ningún país se librará de los aranceles que ha impuesto, y quizás sea esta una de las pocas frases más lógicas que haya pronunciado. Ningún país saldrá ileso, incluyendo al propio Estados Unidos.
La guerra arancelaria que desató contra decenas de naciones generó conmoción en el mercado financiero global, pero eso fue apenas el primer capítulo. Luego anunció una sorpresiva pausa de 90 días para darle un supuesto margen de tiempo a los países, que según él, “quieran negociar”, pero excluyó a China de la tregua, y en cambio le elevó los gravámenes a un 145%.
Pekín ha respondido con firmeza elevando los aranceles a los productos estadounidenses del 84% a un 125% con la advertencia de que las tarifas impuestas por Washington ya han dejado sin mercado real a los productos de Estados Unidos en China. Por tanto cualquier aumento adicional carecerá de sentido económico.
Al parecer todo el tiempo, hemos estado frente a una puesta en escena que ahora comienza mostrar sus verdaderas intenciones.
¿Por qué Trump ha iniciado una guerra comercial contra China? ¿Qué efectos puede traer para la economía global? ¿Quién gana y quién pierde en Estados Unidos? En este reportaje nos acercamos a las posibles respuestas.
Aranceles ¿recíprocos?
El pasado 2 de abril, el presidente estadounidense mostraba orgulloso una tabla con los países a los cuales les impondría aranceles recíprocos para, según sus palabras, equilibrar el déficit comercial y hacer a Estados Unidos "muy rico de nuevo".
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Guerra de aranceles: ¿quién paga el costo final?
Sin embargo, la Organización Mundial del Comercio alertó que los aranceles de Trump eran mucho más altos que los gravámenes de esos países a Estados Unidos.
Una opinión sustentada por varios economistas citados por la televisora DW, quienes coincidieron al señalar que la fórmula usada por la Casa Blanca ni siquiera consideró los niveles de aranceles impuestos por otros países, sino que simplemente tomó el déficit comercial de bienes de Estados Unidos con cada nación y lo dividió por el valor de las importaciones provenientes de ese país.
Lo absurdo del caso es que el magnate, ahora convertido presidente, decidió aplicar aranceles a países con los que Estados Unidos ya tiene acuerdos de libre comercio como Chile, Australia, Perú y Corea del Sur.
China irá hasta el final
“Si Estados Unidos ignora los intereses de los dos países y de la comunidad internacional e insiste en librar una guerra arancelaria y una guerra comercial, China sin duda le acompañará hasta el final.” Estas fueron las declaraciones del portavoz del ministerio de asuntos exteriores chino Lin Jian cuando el magnate de la Casa Blanca incrementó los gravámenes contra Pekín.
China no piensa bajar la guardia y realmente no tiene ningún motivos para hacerlo. Si bien el intercambio comercial entre ambas potencias es notable, Estados Unidos importa de China mucho más de lo que exporta. Solo en el 2024 la nación norteña exportó bienes a China por valor de 143.500 millones de dólares mientras que el gigante asiático exportó a Estados Unidos bienes por un total de 439.000 millones de dólares.
Aunque estamos hablando de altos volúmenes de intercambio comercial, para Pekín esa cifra solo representa el 2% de su Producto Interno Bruto (PIB). De ahí que la nación asiática esté en condiciones de hacerle frente a cualquier chantaje proveniente de Trump.
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Guerra de aranceles: ¿quién paga el costo final?
“Esta política busca reducir el déficit comercial, en general y en especial con China, mediante aranceles proteccionistas, con el argumento de prácticas comerciales desleales, para renegociar acuerdos en favor de Estados Unidos" explica en entrevista exclusiva la Dra. en Ciencias Históricas del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos de la Universidad de la Habana, Dalia González Delgado.
"Es clave destacar que este gobierno ve a China como su principal rival estratégico, y los aranceles son una herramienta más dentro de esa confrontación”, agrega la especialista cubana.
#AProfundidad | Los anuncios contradictorios de Donald Trump generaron alta volatilidad en el mercado financiero, seguida de una abrupta recuperación tras la pausa arancelaria, lo que podría haber beneficiado a allegados con información privilegiada.
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Si bien el presidente chino Xi Jinping ya dejó claro que en una guerra arancelaria no hay ganadores, la nación asiática cuenta con más recursos y tecnología que Estados Unidos para atravesar este periodo de turbulencia generado por la Casa Blanca.
“China tiene recursos estratégicos gigantescos, lazos económicos y una manera distinta de entender la diplomacia y las relaciones comerciales con el resto del mundo”, apunta Enrique Refoyo, experto en geopolítica y doctor en geografía militar en entrevista para el canal de análisis económico Negocios TV.
“Trump sigue jugando a golpear al resto de los países para que acepten sus condiciones mientras que hay otro país que produce mucho más que el suyo, es decir China, que tiene relaciones comerciales que lo superan, y además no se dedica a financiar golpes de estado, evidentemente la oferta geopolítica de China es muchísimo mejor para la mayoría de los países del sur global”, argumenta Enrique Refoyo.
#AProfundidad | El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lian Jian, advirtió que si Estados Unidos ignora los intereses de los dos países y de la comunidad internacional e insiste en librar una guerra arancelaria y comercial, China sin duda le acompañará hasta… pic.twitter.com/VJK8TlhJq2
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El presidente estadounidense afirma que el objetivo de los aranceles es traer de vuelta las fábricas e industrias al país, pero la historia confirma que desde los años 80 del pasado siglo, decenas de miles de empresas desaparecieron en el Estados Unidos porque fue el propio sistema quien apostó por la deslocalización de sus industrias como la mejor manera de reducir costos y maximizar ganancias.
No fue China ni ningún otro país el responsable, sino las propias políticas económicas de Estados Unidos acumuladas por décadas las que lo han llevado a este punto.
Mientras Trump piensa que está aislando a Pekín, el mandatario chino acaba de iniciar una gira por varios países asiáticos que comenzó por Vietnam.
Cerca de 40 acuerdos de cooperación firmaron ambas naciones, una alianza que se consolida mucho más luego de que el presidente estadounidense incluyera a Vietnam entre los primeros países a castigar en su lista de aranceles.
Unión Europea abierta a negociar con condiciones
En medio de esta cruzada, el gobierno estadounidense ha atacado a rivales y aliados, sin escatimar consecuencias. La Unión Europea no ha escapado a la guerra arancelaria. El pasado 2 de abril Trump impuso un arancel del 20% a todos los productos de la UE, que se sumaban a los existentes sobre el aluminio, el acero y los autos.
En búsqueda de una solución diplomática la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, le había propuesto un acuerdo de cero aranceles para los productos industriales de ambas partes, lo cual fue rechazado por el mandatario estadounidense.
#AProfundidad | Después de conocerse la decisión de Trump de poner en pausa durante 90 días el arancel universal del 20%, la Unión Europea suspendió sus contramedidas por el mismo período. Sin embargo, el bloque europeo, dejó claro que están dispuestos a responder si Estados… pic.twitter.com/idGNdLh5ta
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Ante la negativa y el aumento de los gravámenes, el bloque de los 27 miembros anunció un paquete de contramedidas para responder en correspondencia a Estados Unidos. Sin embargo en un movimiento fuera de pronósticos, Trump anunció la pausa de 90 días para dar “paso a las negociaciones”. No obstante, se mantienen los aranceles del 25% de Estados Unidos para el acero, el aluminio y los autos europeos.
Cualquier movimiento sobre las relaciones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea tendrá implicaciones para ambas partes con consecuencias que se extienden al resto de las economías interconectadas. En el año 2024 el comercio de mercancías entre la nación estadounidense y el bloque europeo UE alcanzó un valor de 865 000 millones de euros.
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Guerra de aranceles: ¿quién paga el costo final?
Aunque Washington aparentemente bajó el tono respecto a la Unión Europea, las negociaciones se desarrollan en medio de las amenazas continuas de Trump, una situación que pudiera tornarse contra el propio Estados Unidos si la organización regional europea y China toman una postura común.
En una conferencia de prensa reciente el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino Lin Jian destacó que China y la UE son las segundas y terceras economías más grandes del mundo, su producción económica combinada supera un tercio de la economía global y su volumen comercial representa una cuarta parte del comercio global.
“La UE y China se han comprometido a salvaguardar el sistema comercial multilateral justo y libre con la OMC en su núcleo, así como el desarrollo estable de las relaciones económicas y comerciales mundiales, expresó Lin, señalando que China ha adoptado y seguirá adoptando medidas decididas para salvaguardar sus intereses legítimos, y está dispuesta a trabajar con la comunidad internacional, incluida la UE, para mejorar la comunicación ycompartir oportunidades de desarrollo”.
Impacto para los consumidores estadounidenses
Una investigación sobre el índice de confianza del consumidor estadounidense realizado por la Universidad de Michigan, mostró en abril un desplome por cuarto mes consecutivo. De acuerdo con el diario Los Angeles Times, el resultado parece ser una fuerte crítica a las guerras comerciales del presidente Donald Trump, que han alimentado la ansiedad por las posibles pérdidas de empleo y el aumento de la inflación.
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Guerra de aranceles: ¿quién paga el costo final?
La experta cubana Dalia González considera que la estrategia económica del presidente de Estados Unidos opera con una lógica engañosa: promete fortalecer las finanzas públicas, pero traslada los costos a los sectores más vulnerables.
“Los aranceles —impuestos a las importaciones— no los pagan los países exportadores, como él afirma, sino los consumidores estadounidenses.”, afirma la investigadora de la Universidad de la Habana.
“Por ejemplo, y este es un ejemplo que se usa mucho, cuando una cadena como Walmart enfrenta un arancel de más del 100% sobre productos chinos, termina trasladando ese costo a los precios, afectando especialmente a hogares de bajos ingresos. Esto, sumado a los recortes fiscales para los más ricos, consolida un sistema que concentra el capital”, argumenta González.
#AProfundidad | Los aranceles —impuestos a las importaciones— no los pagan los países exportadores, como afirma Donald Trump, sino los consumidores estadounidenses.
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Así lo explica la Dra. en Ciencias Históricas Dalia González Delgado, del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre… pic.twitter.com/fw8GVAFoXN
En esa misma línea el economista español Pablo Gil explica para el canal alemán DW Español que si se encarece el producto que entra a Estados Unidos con un impuesto en la frontera, el consumidor va sufrir ese aumento.
“La recaudación que pretende hacer el presidente Trump es para aliviar las cuentas públicas, es decir, es un impuesto que va a cobrar y recibir él, pero la realidad es que eso se traslada a un incremento del precio final de ese producto o servicio”.
Por otro lado, los anuncios contradictorios de Trump que en un primer momento lanzó una batería de aranceles contra decenas de países y luego frenó todos excepto los de China, hacen sonar las alarmas sobre otras intenciones ocultas.
Al analizar el tema, la especialista cubana destaca que incluso antes de esos anuncios, algunos especialistas señalaban que uno de los objetivos podría ser provocar deliberadamente una caída en la bolsa.
“No afirmo que sea la única razón, pero es una posibilidad a considerar. Esto se conecta con otros acontecimientos recientes: un grupo de senadores demócratas, encabezados por Elizabeth Warren, pidió a la comisión reguladora de la bolsa en Estados Unidos que investigue al gobierno de Trump por presunto uso de información privilegiada y manipulación del mercado”, argumenta Dalia
#AProfundidad | Este escenario, marcado por la política arancelaria de la Casa Blanca, no solo afecta a Estados Unidos y China, sino que desincentiva la inversión en economías emergentes, particularmente en sectores como manufactura y tecnología, altamente dependientes del… pic.twitter.com/CZ6wmVAPEQ
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La evolución mediática de los aranceles está generando múltiples titulares diarios incluso por las incongruencias de los propios anuncios de la Casa Blanca. Es difícil dilucidar una estrategia concreta. Todo parece indicar que Trump va moviendo las fichas según las reacciones de sus contrincantes, pero su objetivo final es cambiar las reglas del comercio global para sus propios fines.
No obstante, es posible que el hombre de negocios no contara con la posición de fuerza que ha plantado China para proteger sus intereses legítimos. Es una guerra que apenas comienza y de seguro no habrá ganadores, pero mientras dure la contienda, muchos pueden perder.