Crisis política en Pakistán: ¿Conspiración extranjera o la carta nacionalista?
Mientras Imran Khan insiste en que existe una conspiración de cambio de régimen contra su gobierno, respaldada por el extranjero, la derrota de la moción de censura y la destitución del parlamento han puesto en duda toda la constitución de Pakistán.
Pakistán vive actualmente una importante crisis política y constitucional. El 3 de abril, el vicepresidente de la Asamblea Nacional desestimó una moción de censura contra el primer ministro Imran Khan, que se preveía que recibiera una mayoría de votos. El motivo aducido fue la supuesta presencia de una conspiración extranjera para derrocar al gobierno elegido, del que se consideraba parte la moción de censura.
Es significativo que el ambiente político de Pakistán haya cambiado drásticamente en los últimos meses, con los dos principales partidos de la oposición, el PML-N y el PPP, unidos contra el gobierno. Es, sin duda, el reto político más importante al que se ha enfrentado el actual gobierno en su más de medio mandato. Además, el gobierno se enfrenta a un reto mayor desde dentro de su partido. Ningún primer ministro pakistaní ha cumplido un mandato completo, y Khan se ha enfrentado al desafío más serio a su liderazgo desde que asumió el cargo en 2018.
Se busca la destitución de Khan mediante una moción de censura presentada por los partidos de la oposición en la Asamblea Nacional. La Liga Musulmana de Pakistán-N (PML-N) y el Partido Popular de Pakistán (PPP) lideran la oposición, dos facciones dinásticas tradicionalmente enfrentadas que dominaron la política nacional durante décadas hasta que Khan se alió contra ellas.
Sin embargo, la resolución de no confianza tramada contra el Primer Ministro de Pakistán fue desestimada por el vicepresidente Qasim Suri, y era contraria a la Constitución y las leyes de Pakistán. Por lo tanto, el complot para desestabilizar el gobierno ha fracasado. La legislatura ha sido disuelta y las elecciones se celebrarán dentro de 90 días.
Se acusa a Khan de gestionar mal la política económica y exterior de Pakistán. Sin embargo, en su discurso a la nación, Khan dijo categóricamente que no dimitiría y que se resistiría a la intromisión extranjera, rechazando las acusaciones de desgobierno de sus oponentes. También subrayó que saldría victorioso. No permitirá, bajo ninguna circunstancia, que esta conspiración tenga éxito.
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Mientras que pocos observadores creen que se trata de algo más que un esfuerzo planificado por parte del primer ministro para reforzar la suposición de una conspiración extranjera contra su gobierno. Además, jugar la carta nacionalista en tiempos de crisis es una estrategia populista habitual.
Sin embargo, en la historia política de Pakistán, ningún gobierno elegido ha sido derrocado por una moción de censura. El primer ministro pakistaní, Imran Khan, ha rechazado los llamamientos de la oposición para que dimita, acusando a Estados Unidos de intentar desestabilizar su gobierno.
Acusó a Estados Unidos de interferir en los asuntos pakistaníes. Los partidos de la oposición estaban conspirando con Washington para destituir al gobierno porque Pakistán se negaba a apoyar a Estados Unidos y Europa en los conflictos mundiales con Rusia y China.
Khan citó a Estados Unidos como fuente de un "memorándum" que, según él, confirmaba una "conspiración extranjera" provocada por su viaje a Rusia cuando el presidente Vladimir Putin lanzó la operación militar especial en Ucrania. Los elementos extranjeros afirmaron estar enfurecidos con Pakistán. Si el primer ministro pakistaní, Imran Khan, pierde la moción de censura, perdonarán a Pakistán. Sin embargo, si el referéndum fracasa, Pakistán sufrirá importantes consecuencias. La supuesta conspiración pretende castigarle por llevar a cabo una política exterior pakistaní independiente de Estados Unidos.
Los analistas también predicen que el acontecimiento agravará la ya tensa relación de Pakistán con Estados Unidos. Los acontecimientos perjudicarán la relación entre Estados Unidos y Pakistán. Las relaciones no han sido muy buenas en los últimos meses; han sido inseguras e incómodas, pero no desastrosas. Las revelaciones, la retórica y las acusaciones lanzadas a la esfera pública en los últimos días harán que las cosas vuelvan a su cauce.
Mientras que en el otro lado, no se trata de una lucha entre "el bien y el mal", como quiere hacernos creer el Primer Ministro Imran Khan, ni de una lucha por la democracia, como insiste la oposición combinada. El Primer Ministro ha utilizado eslóganes religiosos y nacionalistas para reunir a sus partidarios y hacer frente a la situación. Ha intentado reunir a sus partidarios utilizando eslóganes religiosos y presentando la lucha por el poder como una batalla entre "el bien y el mal".
En particular, el primer ministro Khan sostiene que su vida corre peligro, pero no se preocupa y promete luchar por un Pakistán independiente y democrático. Se está intentando cambiar el gobierno de Pakistán utilizando fondos extranjeros. Los analistas creen que Khan intenta influir en la opinión pública contra la oposición culpando a Occidente. Se trata de un primer asalto a la democracia y a la Constitución por parte de un gobierno elegido democráticamente. Si se mantiene la actuación del presidente en funciones, cualquier gobierno futuro tendrá libertad para desplegar una conspiración inventada para evitar una moción de censura. Han subvertido el Estado de Derecho del país. Como resultado, la democracia de Pakistán ha sufrido un revés (DW, 2022).
Desde que Estados Unidos se retiró de Afganistán el pasado verano, la relación entre ambos países se ha tensado. El creciente acercamiento entre China y Pakistán también ensombrece las políticas estadounidenses hacia el país.
La moción de censura de la oposición contra el primer ministro Imran Khan fue derrotada, lo que podría tener importantes consecuencias para el sistema democrático de Pakistán. La derrota de la moción de censura y la destitución del parlamento han puesto en duda toda la constitución de Pakistán. Por otro lado, los partidarios y asesores de Khan confían en que su líder no sólo sobrevivirá a la actual crisis constitucional, sino que también obtendrá la mayoría en el próximo parlamento.
Las opiniones mencionadas en este artículo no reflejan necesariamente la opinión de Al Mayadeen, sino que expresan exclusivamente la opinión de su redactor.