El neo nazismo... la nueva vieja herramienta en manos de Washington para saldar cuentas con los opositores
En el artículo el autor habla sobre los acontecimientos que llevaron al intento de asesinato contra la vicepresidenta de Argentina Cristina Fernández y la vinculación con Estados Unidos.
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El neo nazismo... la nueva vieja herramienta en manos de Washington para saldar cuentas con los opositores
El intento de asesinato de la vicepresidenta argentina no ha sido el primero que se realiza a manos de una persona que pertenece a los grupos neonazis, como no ha sido la primera vez que Washington utiliza a los nazis para deshacerse de sus oponentes.
El 1 de septiembre de 2022, la vicepresidente argentina Cristina Fernández de Kirchner sobrevivió a un intento de asesinato, cuando un hombre se le acercó mientras tenía un encuentro con una multitud de simpatizantes frente a su oficina en el barrio Recoleta de Buenos Aires; el hombre le apuntó con un arma de fuego a la cabeza e intentó dispararle pero la pistola se atascó, fracasando el intento de magnicidio; el perpetrador ha sido identificado como Fernando Andrés Sabag Montiel, un brasileño de 35 años que reside en Argentina desde 1993.
Durante la interrogación e indagatorias con el atacante, se constató que el delincuente había expresado con anterioridad ideas derechistas y que tenía tatuado un sol negro en el codo izquierdo, siendo este uno de los símbolos de los movimientos nazis, asimismo, se constató que en oportunidades anteriores había expresado opiniones contrarias a Cristina Fernández de Kirchner; el intento de asesinato se produjo en un momento en que dependencias del estado argentino, dominadas por la derecha, no tuvieron éxito en juzgar a Kirchner por cargos de corrupción; analistas políticos argentinos creen que la campaña en contra Cristina Fernández de Kirchner, se debe a sus políticas que rechazan los intentos de Estados Unidos de imponer su hegemonía sobre el país.
La alianza de Washington con la derecha argentina
El esposo de Cristina, el presidente Néstor Kirchner, fue elegido presidente de Argentina en 2003 por cuatro años, al final de su mandato, se negó a postularse para un segundo periodo después de enterarse de sufría de cáncer, Cristina se postuló por dos mandatos consecutivos y se convirtió en presidente de Argentina entre 2007 y 2015; las gestiones de Néstor y de Cristina estuvieron marcadas por la adopción de políticas socialistas dentro del país, hecho que enfureció a los círculos capitalistas y de derecha dentro de Argentina, asimismo, la adopción de una política externa que buscaba distanciarse de las políticas estadounidenses, hecho que enfureció a Estados Unidos y llevó a los círculos de derecha argentinos junto con los estadounidenses a apoyar al derechista Mauricio Macri en las elecciones de 2015, logrando este último obtener un mandato de cuatro años.
A lo largo de los años de su gobierno, Macri adoptó políticas que aumentaron el endeudamiento del país y agudizaron las diferencias económicas y sociales, hecho que sumió a Argentina en una profunda crisis que llevó a la mayoría de los argentinos a apoyar el retorno de la izquierda al poder, representada esta vez por el presidente Alberto Fernández, apoyado por Cristina, quien se convirtió en vicepresidente del país; en los últimos tres años, Alberto Fernández aplicó políticas económicas y sociales que habían sido adoptadas durante las gestiones de los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina desde 2003 a 2015; además inició el acercamiento de Argentina con Rusia y con China, lo cual culminó con la visita de Alberto Fernández a Moscú el año pasado y la firma de acuerdos económicos con Rusia por decenas de millardos de dólares, solicitando al mismo tiempo Argentina su ingreso a la Organización de Cooperación de Shanghái y al sistema BRICS, que buscan establecer un sistema de relaciones internacionales alejado de la hegemonía estadounidense.
Estas políticas pueden haber llevado a Estados Unidos a movilizar a los elementos leales de la derecha en Argentina contra el dúo Kirchner – Fernández, en forma de un juicio por corrupción, pero cuando quedó claro que este intento no daría resultado, movilizaron a los elementos de derecha que adoptan la ideología neonazi y fue el intento de asesinato por parte de uno de sus seguidores.
Antecedentes de Washington en la adopción de asesinatos contra opositores
El intento de asesinato de Cristina Fernández a manos de un “lobo solitario”, según la expresión estadounidense, no fue el primero en contra de los opositores a la política estadounidense, sobre todo después del fracaso de los intentos para eliminarlos políticamente; los intentos contra los oponentes varían, ya que además del asesinato, se recurre al apoyo de golpes militares, el financiamiento de elecciones apoyando a algunos candidatos opuestos al gobernante o a acusaciones de corrupción contra quien Estados Unidos busca derrocar.
Entre las figuras más famosas que Estados Unidos intentó asesinar, se encuentra el líder cubano Fidel Castro; una comisión de investigación formada por el Congreso estadounidense en 1975, encabezada por el senador por el estado de Idaho, Frank Church, confirmaron que la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) había llevado a cabo decenas de intentos de asesinato en contra de Castro sin éxito, así como planificó cientos de operaciones, que no fueron ejecutadas.
Estas investigaciones arrojaron, por primera vez, evidencia de que los cuerpos de inteligencia de Estados Unidos adoptaron el asesinato político como forma para deshacerse de los opositores, lo cual arrojó dudas sobre muchos incidentes en los que fueron víctimas líderes que buscaban la independencia de sus países de la hegemonía estadounidense; entre ellos se menciona a Omar Torrijos, el gobernante de facto de Panamá entre 1968 y 1981, quien lideró un golpe militar instaurando en el país un régimen que buscaba la independencia de la hegemonía estadounidense; cabe destacar que Torrijos buscó restaurar la soberanía de su país sobre el famoso Canal de Panamá, que había estado bajo el control de Estados Unidos desde que fue inaugurado a principios del siglo XX, logrando Torrijos cumplir los anhelos nacionalistas de su país en 1979, pero el año 1981 y en las primeras semanas de haber asumido Ronald Reagan la presidencia de Estados Unidos, el avión de Torrijos explotó en el aire matando al líder independentista y a varios de sus asistentes; el objetivo era el intento de Estados Unidos de recuperar el control sobre el canal Panamá, estos intentos continuaron hasta culminar con la invasión y posterior ocupación de Panamá por parte de Estados Unidos en 1989, luego de que el dictador, apoyado por Washington, Manuel Noriega, fuera acusado de narcotráfico.
Podemos hacer un recuento de líderes opuestos a la hegemonía estadounidense que fueron derrocados, asesinados o sufrieron intentos de asesinato por parte de agentes vinculados a Washington, solo por adoptar políticas que rechazan su hegemonía, destacando el golpe en contra del presidente de Burkina Faso Thomas Sinkara en 1987 quien había adoptado políticas para independizarse de la hegemonía de Washington; asimismo, se menciona el golpe en contra el primer ministro de la, República Democrática del Congo, Patrice Lumumba, y su asesinato en 1960, a causa de sus esfuerzos para restaurar la soberanía sobre las riquezas minerales del país; también, el intento de asesinato del presidente venezolano Nicolás Maduro en 2018, porque se mantuvo fiel a las políticas delineadas por su antecesor Hugo Chávez para restaurar la soberanía de Venezuela sobre su riqueza petrolera; sumado a esto hay decenas de intentos de asesinato de líderes en países árabes e islámicos que han adoptado un enfoque nacionalista o de izquierda, independiente de Washington, incluyendo los intentos para asesinar al difunto líder egipcio Gamal Abdel Nasser en varias ocasiones, y el intento de asesinar el finado presidente sirio Hafez al Assad en 1981, pero la herramienta en aquella ocasión fue la Hermandad Musulmana en lugar de elementos nazis o de extrema derecha.
Una antigua relación con los nazis
El intento de asesinato de la vicepresidente argentina no fue la primera vez que lo lleva a cabo un neonazi, ni fue la primera vez que Estados Unidos se apoya en elementos pertenecientes al nazismo para deshacerse de sus oponentes; el asesinato de la periodista Darya Dugina, hija del filósofo ruso Aleksandr Dugin a manos de una ucraniana perteneciente a los grupos neonazis, fue un indicio del regreso de este tipo de crímenes a manos de los neonazis; asimismo, el apoyo de Estados Unidos a los neonazis en Ucrania fue un indicio de que los movimientos nazi y de extrema derecha siguen siendo una herramienta en manos de Estados Unidos para implementar sus políticas en todo el mundo, encaminadas a eliminar a los opositores e imponer su hegemonía en el mundo.
Se menciona que la relación de Estados Unidos con el movimiento fascista y el movimiento nazi, se remonta a una época anterior a la Segunda Guerra Mundial, en aquel entonces, los fascistas en Italia y los nazis en Alemania, recibían el apoyo de los círculos capitalistas en Gran Bretaña, Estados Unidos, Europa Occidental e incluso de parte de la Iglesia Católica, por considerar al nazismo y al fascismo herramientas en la lucha en contra el socialismo y del comunismo; esto explica la financiación obtenida por los nazis alemanes por parte del famoso industrial estadounidense Henry Ford, también explica la financiación de la industria estadounidense de proyectos conjuntos con la industria militar alemana; asimismo, esto es lo que llevaría a Prescott Bush, padre del presidente estadounidense George Bush y abuelo del presidente estadounidense George W. Bush, a ser imputado judicialmente en 1946; Prescott Bush se salvó de ser encarcelado luego de la intervención de círculos influyentes en el estado profundo estadounidense, especialmente después de que estos círculos influyentes reclutaran a nazis alemanes después de la Segunda Guerra Mundial, en el marco de su guerra fría en contra de la Unión Soviética.
Estados Unidos reclutó a científicos, escritores, artistas, hombres de la Gestapo y de la inteligencia nazi colocándolos a su servicio, así como se benefició de sus experiencias en el desarrollo de la industria de misiles y en la reestructuración del servicio de inteligencia militar, el cual se convertiría posteriormente en la Agencia Central de Inteligencia la CIA; los círculos de decisión estadounidenses ayudaron a miles de agentes nazis a huir a América Latina, donde se fusionaron con las élites gobernantes de esos países y formaron un activo que aseguró la lealtad de estas élites a la hegemonía estadounidense; quizás el ejemplo más destacado es el papel desempeñado por un ex oficial nazi que huyó a Bolivia, quien elaboró planes para frustrar los esfuerzos del revolucionario internacionalista Ernesto Che Guevara e impedirle lanzar una revolución en Bolivia que podría extenderse por el resto de la América Latina; muy pocos saben que uno de los que elaboraron el plan para sitiar al Che Guevara y su grupo en Bolivia, fue el oficial alemán Klaus Barbie, el famoso oficial conocido como el “carnicero de Lyon” en Francia, y quien cooperó con los servicios de inteligencia estadounidenses después de la derrota de Alemania; y cuando los cazadores de nazis casi revelan su secreto en Europa, los oficiales de la CIA lo ayudaron a huir a Bolivia con cientos de oficiales de inteligencia alemanes quienes se convertirían posteriormente en parte clave de las élites gobernantes en La Paz; cabe señalar que los hijos y nietos de estos estuvieron entre quienes apoyaron el golpe de Estado que se dio en contra el presidente boliviano Evo Morales a finales de 2019.
Esto nos lleva concluir que el asesinato de Darya Dugina es un indicio del regreso de la ola de asesinatos perpetrados por extremistas de derecha y nazis en contra de figuras con las que Estados Unidos u occidente no están satisfechos; y el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner, no será el último en el que veamos a estos extremistas atacar a los opositores de Estados Unidos, sobre todo porque esto constituye una de las herramientas adoptadas por el estado profundo en Washington para lograr sus objetivos.