23ª Cumbre de la OCS: Reforzar la cooperación y la resistencia futura
En su artículo exclusivo para Al Mayadeen English, el autor señaló que los socios de la OCS están unidos en su reconocimiento de Asia Central y están comprometidos a dar ejemplo con sus esfuerzos de consolidación de la paz en una región que representa el 70 por ciento de la masa terrestre euroasiática y casi la mitad de la población mundial.
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La 23ª reunión del Consejo de Jefes de Estado dio forma concreta a los imperativos compartidos contra el proteccionismo y la política de confrontación-
En su reciente intervención en la 23ª reunión del Consejo de Jefes de Estado de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), el presidente iraní, Ebrahim Raisi, se refirió a la visión de la agrupación en pro de la paz y la seguridad mundiales, al tiempo que los Estados miembros acogieron con satisfacción la plena adhesión de Teherán a la OCS. "Espero que la presencia de Irán en esta importante e influyente organización proporcione una plataforma para la seguridad colectiva, conduzca al desarrollo sostenible, amplíe los vínculos y las comunicaciones, fortalezca la unidad, respete más que nunca la soberanía de los países y proporcione sinergias para hacer frente a las amenazas medioambientales", declaró Raisi.
Desde el aumento de las perspectivas de conectividad hasta el respaldo a los llamamientos de la OCS contra la confrontación de bloques, la visión iraní de la seguridad colectiva toca una fibra común con las principales prioridades de la agrupación en materia de consolidación de la paz hasta la fecha.
Es un hecho que el diálogo y las consultas siguen siendo fundamentales para resolver conflictos y disputas prolongados, lo que llama a la memoria las responsabilidades y la influencia de las principales potencias de Asia Central en la consecución de la estabilidad. Un ejemplo de ello es la resolución de la cuestión afgana. El deterioro de la situación humanitaria y antiterrorista del país ha atraído una atención considerable en la política exterior regional de Irán, y la OCS sigue considerando que una solución justa es "uno de los factores más importantes para mantener y consolidar la seguridad y la estabilidad en la región de la OCS".
Al mismo tiempo, el llamamiento de Raisi a la cooperación política, de desarrollo y de seguridad intrarregional ofrece una visión pragmática para hacer frente a algunos de los profundos cambios económicos y estratégicos del mundo. El Vicepresidente chino Han Zheng se basó recientemente en la propia visión china de un "desarrollo global equilibrado, coordinado e integrador" para garantizar una paz duradera ante cambios similares.
En este sentido, una OCS ampliada podría respaldar las vías independientes de Asia Central hacia el desarrollo democrático. También complementa la diversificación de la política exterior de Irán y su enfoque de "mirar hacia Asia". El mundo alberga actualmente más de 193 países, y cada Estado está en su derecho de explorar su propio camino hacia un desarrollo autónomo basado en los intereses de la población. Ese sentido de la coexistencia se ve fácilmente socavado cuando determinadas agrupaciones ideológicas, como el Grupo de los Siete (G7), dan prioridad a enfoques de bloque, ideológicos y de confrontación para abordar los acuciantes retos de desarrollo regional del mundo en desarrollo. La reunión virtual de la OCS de esta semana supuso un alejamiento coherente de las contraproducentes conversaciones sobre la desvinculación y la disociación, y se basa en una representación diversa en cuanto a geografía, sistemas de gobierno y poder económico.
Por su parte, Pekín ha apoyado sistemáticamente la adhesión de Irán a la OCS y ofrece lecciones para fomentar la confianza mutua dentro de la agrupación euroasiática. Entre las contribuciones más destacadas a nivel mundial se encuentran la amplia ayuda al desarrollo a más de 160 países sin excepción, los llamamientos a aumentar la representación del mundo en desarrollo en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y una Iniciativa de Civilización Mundial que aboga por no imponer el propio sistema de valores a los demás. Los llamamientos de la OCS a oponerse a la injerencia externa son emblemáticos de una postura similar.
Además, las motivaciones de tales contribuciones tienen puntos en común con la "Declaración de Nueva Delhi" de la OCS. Por ejemplo, los Estados miembros también han respaldado la promoción de un papel central de la ONU para facilitar la diversidad civilizacional entre los Estados, y consideran que el principio de seguridad indivisible es fundamental para un orden mundial verdaderamente multipolar.
En un contexto de continuos suministros de armas, sanciones unilaterales y apoyo militar ofensivo, los Estados de la OCS también tienen claro el valor de la no injerencia en los asuntos internos de los Estados. El prolongado conflicto de Ucrania ilustra perfectamente el valor de la diplomacia cooperativa para frenar el sufrimiento humanitario, dado que la injerencia sostenida de Occidente y la escalada militar obstaculizaron las perspectivas previas.
Los socios de la OCS están unidos en su reconocimiento de Asia Central como "región central", y se comprometen a dar ejemplo con sus esfuerzos de consolidación de la paz en una región que representa el 70% de la masa terrestre euroasiática y casi la mitad de la población mundial. "Los Estados miembros seguirán manteniendo un diálogo constructivo basado en la confianza, profundizando en una cooperación eficaz y polifacética, haciendo todo lo posible para reforzar la seguridad y la estabilidad y garantizar el desarrollo sostenible en la región de la OCS", rezaba la declaración.
También es cierto que el ejercicio de un multilateralismo genuino es vital para un sistema de gobernanza internacional más justo y equitativo. Como mayor agrupación regional, los Estados miembros de la OCS reconocen el valor de promover imperativos de liderazgo mundial desde dentro. Los resultados de la reciente encuesta sobre gobernanza global del Centro Stimson confirman que el mundo se percibe cada vez más como "dividido" y "peligroso", y que el estado actual de los recursos y la cooperación se considera una de las principales razones de la insatisfacción global. Mediante un apoyo suficiente a los enlaces de conectividad en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), muchos Estados de la OCS reflejan un esfuerzo consciente por promover el comercio y el acceso a los mercados como palancas importantes para la coexistencia a largo plazo.
En última instancia, el firme reconocimiento de un mundo en transformación brinda nuevas oportunidades para consolidar la confianza política y profundizar los vínculos comerciales dentro de una agrupación ampliada de la OCS. La 23ª reunión del Consejo de Jefes de Estado dio forma concreta a los imperativos compartidos contra el proteccionismo y la política de confrontación, mientras que la histórica inclusión de Irán refuerza su relevancia para la consolidación de la paz regional.