Asesinato de Ismail Haniyeh... ¿Es también un mensaje para Erdogan?
Algunos observadores apuestan a la escalada mutua entre Ankara y "Tel Aviv" con escenarios de grave tensión en la región tras las declaraciones de Sayyed Hassan Nasrallah y del líder de la Revolución Islámica de Irán, Ali Khamenei, sobre una respuesta segura al asesinato de Ismail Haniyeh en Teherán y Fouad Shokr en Beirut..
Por su oportunidad temporal, muchos ven en el asesinato del mártir Ismail Haniyeh en Teherán un mensaje indirecto al presidente Erdogan, quien había amenazado a la entidad sionista cuando dijo dos días antes del crimen: "Iremos a `Israel´ que mata al pueblo palestino, como fuimos a Libia y Karabaj".
Al día siguiente, Erdogan no ocultó su molestia por la falta de respuesta de Mahmoud Abbas a su invitación para visitar Ankara y pronunciar un discurso en el Parlamento turco en respuesta al discurso de Netanyahu en el Congreso estadounidense.
Esto llevó a Erdogan a extender una invitación urgente a Ismail Haniyeh, quien estaba previsto visitaría Turquía a su regreso de Irán si no hubiera sido asesinado.
Quizás por esta razón, el presidente Abbas, quien no participó en el funeral de Haniyeh en Qatar, informó al presidente Erdogan que realizaría una visita oficial a Turquía el 12 y 13 de agosto en respuesta a la invitación.
Además, la estrecha relación entre Erdogan y el mártir Ismail Haniyeh y todos los líderes de Hamas, tanto antes como después de su salida de Siria y el cierre de sus oficinas, tras lo que se conoce como la "Primavera Árabe", colocó a Hamas y todos los movimientos del Islam político bajo el paraguas turco respaldado por Qatar.
Los líderes de Hamas se desplazaron continuamente entre Doha y Estambul durante los últimos diez años. Esto fue suficiente para que el presidente Erdogan estableciera y desarrollara relaciones personales complejas con Ismail Haniyeh, Khaled Mashaal y otros líderes de Hamas, en especial después de la visita de Mashaal a Ankara en febrero de 2006, tras la victoria de Hamas en las elecciones legislativas palestinas.
La relación de Erdogan con Hamas fue una de las principales causas de frialdad y, a veces, tensión entre Ankara y "Tel Aviv" durante los últimos años. Las relaciones turco-israelíes experimentaron numerosos altibajos hasta que el presidente del estado sionista, Isaac Herzog, visitó Ankara el 9 de marzo de 2002, seguido por un encuentro entre el presidente Erdogan y el primer ministro israelí Netanyahu el 20 de septiembre del año pasado, dos semanas antes del Diluvio de Al-Aqsa.
En aquel momento, los medios turcos hablaron de condiciones israelíes para normalizar las relaciones con Ankara, la más importante de las cuales era alejar a los líderes de Hamas de Turquía y establecer un mecanismo conjunto para limitar las actividades de Hamas en el país. Esto no se logró debido al Diluvio de Al-Aqsa, a pesar de la continuación de las relaciones económicas y comerciales entre Ankara y "Tel Aviv" durante al menos cuatro meses después del ataque terrorista sionista en Gaza.
El presidente Erdogan volvió a su retórica violenta contra Netanyahu y el Estado sionista, cuyos funcionarios respondieron de inmediato con un tono descarado a los ataques del mandatario.
A su vez, el ministro de Relaciones Exteriores, Yisrael Katz, acusó a Erdogan de "apoyar el terrorismo de Hamas y convertir a Turquía en una dictadura", y deseó de manera indirecta que el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, salvara al país de Erdogan.
La respuesta fue rápida por parte de Imamoglu, quien dijo: "No aprenderemos democracia de aquellos cuyas manos están manchadas con la sangre de miles de niños. Palestina, tarde o temprano, será libre."
Mientras tanto, las relaciones entre ambos países experimentaban una nueva tensión debido a la convocatoria del viceembajador turco en "Tel Aviv" al Ministerio de Relaciones Exteriores israelí para expresar la indignación del gobierno por la bajada de la bandera turca en la embajada tras el anuncio del presidente Erdogan de un día de luto por el martirio de Ismail Haniyeh.
En medio de la información que prevé una próxima visita de Khaled Mashaal a Turquía, tras su nombramiento como jefe interino de la oficina política, se espera que esto aumente la tensión en la relación entre "Tel Aviv" y Ankara, la cual muchos prevén intensificará sus relaciones con los líderes de Hamas.
Pues, esto es lo que busca la vecina Teherán, que parece que el Estado sionista eligió como escenario para su horrendo crimen, matando dos pájaros de un tiro.
Los círculos políticos de las relaciones turco-iraníes esperan desarrollos positivos en la próxima fase, como mencionó el presidente Erdogan tras la elección de Pezeshkian como presidente de Irán, de origen turco.
Al mismo tiempo, la oposición pide al gobierno que cierre la base de Kurecik, en el este del país, después de acusar a la referida unidad militar de espiar todos los movimientos militares en Irán y transmitir toda la información a la Sexta Flota en el Mediterráneo y a la Quinta Flota en Bahrein, y de ahí al Estado sionista, que tiene intensas y peligrosas relaciones con Azerbaiyán, vecino del norte de Irán.
La apuesta se centra en la escalada mutua entre Ankara y "Tel Aviv" con escenarios de grave tensión en la región tras las declaraciones de Sayyed Hassan Nasrallah y del líder de la Revolución Islámica de Irán, Ali Khamenei, sobre una respuesta segura al asesinato de Ismail Haniyeh en Teherán y Fouad Shokr en Beirut.
Mientras tanto, Ankara moviliza todas sus capacidades diplomáticas a nivel regional para explorar posibilidades de acción conjunta ante los próximos desarrollos peligrosos, con informes que prevén la continuación de la política de escalada de Netanyahu, incluidas las asesinatos y ataques a objetivos estratégicos en Líbano, Siria, Yemen, Irak e Irán.
Todo ello coloca a Turquía ante desafíos difíciles y complejos, dado que es miembro de la OTAN y alberga numerosas bases atlánticas y estadounidenses que Washington utilizará para defender al Estado sionista en caso de una guerra regional y obligará a Erdogan a tomar una postura práctica y efectiva más allá de las declaraciones e impedir al Estado sionista continuar con sus masacres debido a las posiciones cómplices de los regímenes árabes.
La última apuesta se centra en la respuesta práctica individual y colectiva, es decir, regional, a los crímenes de esta entidad, siguiendo la consigna del fallecido líder Nasser, quien dijo: "Lo que se tomó por la fuerza solo se recuperará por la fuerza."
Esto es lo que hará Hizbullah, y antes o después, Irán, para vengar a los mártires de la resistencia y a todos los honorables y leales del pueblo palestino que sacrificaron todo por su patria, a pesar de todos los tipos de complicidad, traición y colaboración en los cuales Netanyahu basa su ilimitada y despiadada criminalidad, hasta que la región sea testigo de sorpresas inesperadas e omportantes como el retorno a la situación anterior a 2011, cuando Turquía era un amigo de confianza y un aliado estratégico, de Irán, Siria, Líbano, Hamas y otros países de la región, con la excepción del estado sionista que mató a 10 ciudadanos turcos en el barco Mavi Marmara cuando se dirigía a Gaza a finales de mayo de 2010, y meses después comenzaron los eventos de la "Primavera Árabe".