En la elección presidencial del día 28 de julio en Venezuela, triunfó ampliamente el chavismo con su candidato Nicolás Maduro Moro. Y, como parte de una crónica anunciada, desde el mundo de la derecha, sus aliados progres internos y externos, junto a los medios de desinformación y manipulación se intensificaron las acusaciones de fraude, necesidad de recontar los votos, presionar al gobierno de la nación sudamericana y en un coro uniforme, trabajar por desconocer el triunfo de Maduro.

La situación actual es de fuerte tensión acentuada por la intromisión, como siempre de Estados Unidos en materia de definir desde Washington el presidente, de acuerdo con sus intereses. Hoy, el títere de turno – como ayer el autoproclamado Juan Guaidó – tiene por nombre Edmundo González Urrutia, quien tiene como poder verdadero, un apéndice que lo digita como lo es la ultraderechista y fiel aliada de las administraciones de Estados Unidos, María Machado. Convertida en la coordinadora y portavoz de los intentos de golpe contra el gobierno venezolano. Es evidente que, si Estados Unidos nombra el presidente, el mandatario de ese país es Estados Unidos. Lógica evidente y básica.

Nada nuevo bajo el sol este tema de la política de máxima presión contra Venezuela. Ha sido parte de la vida cotidiana venezolana desde la llegada al poder del fallecido comandante Hugo Chávez Frías y en cada una de las elecciones donde ha triunfado el chavismo. Pero…cuando en algunos de esos eventos electorales, cuando el triunfo ha sido de la derecha, no existe crítica alguna al sistema electoral como sucedió el año 2015 (1) cuando la ultraderecha se hizo de la mayoría de la Asamblea Nacional y comenzaron desde allí un proceso de desestabilización – claramente antidemocrático – con apoyo de Washington y la Unión Europea. Proceso que culminó con la proclamación de facto del mencionado presidente de fantasía Guaidó, convertido en un simple testaferro de la decisión de Estados Unidos y sus aliados, destinado a usurpar empresas venezolanas ligadas al petróleo, industria petroquímica, robar sus reservas de oro, apoderarse de sus riquezas minerales, y al mismo tiempo intensificar lo que se suele conocer como las etapas del Golpe Suave, que a partir del 28 de julio ha vuelto a ponerse en acción.

La oposición venezolana, está monopolizada por el ala más extrema de la ultraderecha venezolana, direccionada por la Machado con fuertes vínculos con el sionismo, quien suele proveerle ingentes sumas de dinero, el mundo republicano y empresarial estadounidense como es el caso del multimillonario Elon Musk, el senador Marco Rubio y avalada desde los gobiernos el expresidente George W. Bush. Una Machado, que, imposibilitada de competir como candidata por orden de la Contraloría para postularse a cargos de elección popular durante 15 años, eligió a dedo al “mudo” González Urrutia, quien al perder puso en acción la segunda y tercera etapa del plan político para derrocar al gobierno venezolano. La orden desde Washington ha sido emitida. La primera ha sido sostener que, cualquier resultado que no fuera el triunfo de Edmundo González Urrutia sería considerado un fraude. 

Esta segunda y tercera etapa del Golpe Suave, va acompañada de las declaraciones de gobiernos aliados de la oposición venezolana, en orden a exigir lo que denominan transparencia, conteo de actas y sobre todo repetir letra a letra la narrativa de María Machado y los suyos. Tal ha sido la postura del gobierno chileno, desde el presidente de la República Gabriel Boric, su canciller Alberto van Kleveren y la gran mayoría de la casta política chilena, incluyendo en ello a militantes comunistas, con cargos en el gobierno como es el caso de la ex dirigente estudiantil, ex diputada y actual ministra vocera de gobierno, Camila Vallejos convertida hoy en una furibunda antichavista. 

La vocera del gobierno socialdemócrata señaló en su declaración oficial que “Respecto a las elecciones presidenciales en Venezuela, estamos a la espera de que los resultados sean completamente transparentes y verificables. Como Gobierno tenemos una postura clara y es que Chile, al igual que otros países, no reconoce resultados no verificados”. Con el paso de los días esas declaraciones aumentaron su beligerancia. Una Vallejo y parte de la otrora furibunda izquierda chavista hoy reconvertida, muy alejados de aquellas declaraciones cuando la ministra Vallejo era diputada del Partido Comunista y sostenía frente a los ataques al chavismo “evidentemente existe una alianza entre la derecha latinoamericana con Estados Unidos y los grandes medios de comunicación por tratar de mostrar algo que no es” Sus declaraciones daban cuenta también respecto a considerar que la Revolución Bolivariana “es un proceso que se debe defender” Hoy, como el viejo dicho “si te he visto no me acuerdo” y más bien ha pasado de ser la política roja a la política de tonalidades más gráciles.

Se incluye en esta puesta en escena a senadores del sector más extremo de la derecha chilena como son Felipe Kast de Evópolis y Rojo Edwards del partido con base pinochetista como es el Republicano, quienes escenificaron un circense acto, como fue el viaje a Venezuela a sabiendas que su ingreso sería vetado, en su supuesto papel de observadores. Hoy el circo político chileno, los medios de desinformación y manipulación, hasta el mundo de los “creadores de contenidos” en redes sociales tienen el ojo puesto en Venezuela. No existe Palestina, ni el Congo, la guerra en Ucrania ha perdido vigencia, la venta de Argentina al mejor postor y el sometimiento al sionismo a manos de Milei pasa sin ruido, los problemas sociales y de seguridad en Chile parecen ser responsabilidad de Venezuela como lo afirma la propia ministra Vallejo al sostener que “Maduro ya ha hecho suficiente daño a Chile” (2)                   

Sin embargo, desde otros grupos, movimientos y organizaciones chilenas, que viajaron como observadores a la elección presidencial en Venezuela, sus declaraciones son claras “Un colectivo de distintas organizaciones, vinculadas a las áreas del derecho humanitario y judicial, concluyó que el proceso electoral en Venezuela se llevó a cabo bajo condiciones de absoluta normalidad, garantizando a toda la ciudadanía el ejercicio de su derecho constitucional a emitir el voto. El colectivo, que participó como veedor de las elecciones, está conformado por integrantes de diferentes organizaciones, profesionales del derecho, trabajadores judiciales y de derechos humanos. En un comunicado de 19 páginas precisan que forman parte de un sistema de veeduría internacional que está integrado por más de 180 invitados internacionales y misiones de observación entre las que se encuentran miembros de organismos internacionales, 600 veedores nacionales y más de 800 acompañantes electorales internacionales” 

Palabras contrarias a las consignadas por el presidente chileno Gabriel Boric quien señaló que “desde Chile no reconocemos ningún triunfo que no sea verificable” debería ser más preciso y señalar que su gobierno, la derecha y aquellos que en general han llevado a cabo una campaña de desestabilización contra Venezuela no reconocen el triunfo del chavismo. Suenan extrañas las palabras de Boric pues tienen una doble vara. Reconoce el gobierno de Zelensky en Ucrania, se abraza con él en “cumbres por la paz” financiadas por los mismos que lo proveen de armas como testaferro de Washington y la OTAN contra Rusia. Un Zelensky, recordemos, en que su gobierno cesó en el mes de mayo. Un Boric que sigue reconociendo al genocida de Netanyahu en la Palestina ocupada. En estos casos, los derechos humanos y las decisiones de defensa irrestricta quedan en actos efectistas, pero no van al fondo. 

Un Boric que no fue capaz de presentar el tema de Venezuela públicamente, en la visita de Estado que el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva realizó a Chile y dejó ese punto al experimentado mandatario brasileño quien señalo “El compromiso con la paz es lo que nos lleva a llamar a las partes al diálogo y a promover el entendimiento entre gobierno y oposición" (3). Recordemos que Lula junto a Gustavo Petro de Colombia y Andrés Manuel López Obrador de México, han planteado la necesidad de encontrar una salida la crisis en Venezuela y no dedicarse a tratar de lograr su caída. 

El lunes 29 de julio y frente a las inaceptables declaraciones de varios gobiernos latinoamericanos entre ellos el de Chile, el gobierno venezolano, a través de su cancillería emitió una declaración de fuerte contenido de dignidad y soberanía. En ella acusó las acciones injerencistas de algunos gobiernos latinoamericanos, definiendo retirar sus representaciones diplomáticas allí, y al mismo tiempo exige a esos gobiernos que también retiren su personal diplomático. Una decisión que, sobre todo en aquellos países donde residen cientos de miles de venezolanos resultará en una hecatombe política a la hora de ejecutar acciones relacionadas con la fuerte inmigración del país llanero y que implica, evidentemente, el coordinar acciones políticas, diplomáticas, jurídicas, policiales. 

Determinación que dejó en ascuas al gobierno chileno, que no sabe cómo reaccionar frente a esta dignísima decisión de Venezuela y se enfrentara, en un escenario de fuertes críticas al manejo del tema migratorio a dificultades difíciles de llevar a soluciones sin contar con su contraparte venezolana. Una muestra más de la inoperancia y sordidez de la cancillería chilena y su conducta reactiva frente a lo que acontece, no sólo en Venezuela, sino también con su silencio obsequioso en la condena sin peros a los crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos por "Israel" y la situación y esa conducta de cercanía con el régimen neonazi ucraniano. La disposición dada a conocer por el canciller venezolano Yvan Gil, se lleva a cabo, además, en el contexto de un plan diseñado por Washington y los suyos, de la mano de la ultraderecha venezolana, para instalar al ex diplomático y candidato derrotado, Edmundo González Urrutia como un presidente de facto. Una adaptación de Juan Guaidó.

Las declaraciones y acciones de los políticos chilenos y de aquellos gobiernos latinoamericanos genuflexos frente a los poderosos de occidente, pero soberbios frente a sus hermanos latinoamericanos resultan despreciables. Es una suma de ultraje a los pueblos latinoamericanos como el venezolano, pero lamen con entusiasmo los pies del patrón.  El manual de desestabilización está lanzado a tope contra Venezuela. Se han activado los grupos de choque del paramilitarismo de la ultraderecha, el dinero está corriendo a raudales, las armas y las órdenes han sido activadas. 

La Federación Rusa quien reconoció el triunfo de Maduro Moro, en un mensaje de su cancillería instó a todas las fuerzas políticas dentro y fuera de Venezuela a abstenerse de acciones provocativas que puedan perturbar la situación en la nación sudamericana y socavar la seguridad regional. Por parte de la República Popular China y de la República Islámica de Irán se entregó también un saludo de felicitación por el triunfo obtenido.  Declaraciones que generan temor en Estados Unidos y los suyos, sobre todo por las firmes palabras del mandatario venezolano respecto a las presiones estadounidenses consignando que se darán los contratos para operar los bloques petroleros y gasíferos que operan en el país sudamericano a sus aliados del grupo de economías emergentes BRICS si las autoridades de la nación norteamericana “cometen el error de su vida” (4) Sería un golpe muy potente que pondría aún más tensión a las relaciones del régimen estadounidense con sus rivales chinos y ruso, principalmente. 

En estos momentos que las denominadas guarimbas (5) parte del arsenal de desestabilización de la derecha venezolana, se han activado principalmente en Caracas, la capital venezolana, con destrucción de bienes públicos, viviendas de adherentes del chavismo, automóviles del estado, locomoción colectiva, edificios gubernamentales y motoristas al acecho de originar enfrentamientos con la Guardia Nacional bolivariana. Manifestaciones que desde el sector del chavismo ha significado la salida masiva de sus adherentes que rechaza las guarimbas y la intromisión de Estados Unidos y los suyos. 

Se aproximan horas difíciles para Venezuela, horas amargas donde todas las fuerzas de la reacción latinoamericana, de cuyo lado se ha puesto el gobierno chileno, tratarán de derrocar al gobierno chavista. La falta de inteligencia, de visión estratégica y el sometimiento de una parte importante de los gobiernos latinoamericanos está generando un daño irreparable a nuestros países de la mano de aquel que bien definió Simón Bolívar “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias, en nombre de la libertad” (6)

Notas:

1.  En aquel año 2015 medios occidentales como la BBC – fuertemente ligada a la oposición venezolana, sostuvieron que “La oposición de Venezuela obtuvo una amplia e histórica victoria en las elecciones parlamentarias. Se trata de la primera vez que obtiene la mayoría en la Asamblea Nacional en 16 años de gobierno chavista. El Consejo Nacional Electoral confirmó que la Mesa de Unidad Democrática (MUD) obtuvo 112 escaños en la Asamblea Nacional, de un total de 187, mientras que el oficialismo apenas obtuvo 55. Asamblea que participó activamente en enero del año 2019 en la autoproclamación de presidente de Venezuela, que significó el incremento del robo de activos y bienes venezolanos en el exterior.  https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_parlamentarias_de_Venezuela_de_2015. 

2. Https://www.instagram.com/reel/C-WwjFPuUxU/?utm_source=ig_web_copy_link&igsh=MzRlODBiNWFlZA==

3.  https://www.pagina12.com.ar/758066-boric-y-lula-se-reunieron-en-chile-en-una-visita-marcada-por

4.  https://prensamercosur.net/2024/08/03/maduro-amenaza-con-dar-a-los-brics-los-bloques-petroleros-que-opera-eeuu-en-venezuela/

5.   Término venezolano para designar e identificar protestas organizada en zonas residenciales, con cierre de calles, avenidas, autopistas que generen un descalabro en maría de tránsito vehicular y de ciudadanos a pie. 

6. http://www.minec.gob.ve/hace-192-anos-simon-bolivar-alerto-sobre-la-amenaza-de-estados-unidos-para-los-pueblos-de-america/