No hay duda de que la Resistencia Islámica de Líbano (Hizbullah) se enfrentaba con el asesinato por parte de “Israel” del comandante militar Fouad Shokr a uno de sus desafíos más difíciles desde el comienzo del Diluvio de Al-Aqsa. Si bien los días y las noches de la entidad sionista fueron largos, con la ansiedad de la espera y la movilización,la resistencia logró llevar a cabo su respuesta, e Hizbullah cumplió su promesa de responder.

En la dimensión política, esto es una confirmación del significado de Frente de Apoyo, ya que Hizbullah no quería verse arrastrado a una guerra regional. Mediante un paso racional y deliberado, logró la inevitabilidad de una respuesta y se aferró a la perspicacia de reconocer el límite y evitar un deslizamiento hacia una guerra total que Netanyahu desea y se esfuerza por convocar y atraer a los acorazados estadounidenses a la costa de la región.

En un mundo que vive hoy sin válvulas de seguridad, Hizbullah supo recuperar la imagen de disuasión como quería y no como la impusieron los israelíes. Tuvo la audacia de la respuesta y la disuasión, la sabiduría de la paciencia y la deliberación, y supo combinar entusiasmo y racionalidad.

Hizbullah no se desvió de su primera regla desde su participación en el apoyo a Gaza, que no debe verse arrastrado a una guerra que no es de su elección en términos de momento, ámbito y forma -siempre y cuando fuera capaz de hacerlo- controlando el marco de sus objetivos militares y excluyendo a los civiles del círculo de fuego.

Reglas fijas del frente de apoyo.

 1- No a la guerra: los que conocen la etiqueta de Hizbullah son conscientes de la impresión que muchas voces intentan crear a través de la confusión y la desinformación, como si Hizbullah quisiera la guerra, mientras que su actuación demuestra exactamente lo contrario, ya que se ha adherido a reglas de enfrentamiento específicas y claras, y no se ha desviado de los controles que se ha fijado desde el primer día, a diferencia de la parte israelí, que intentó más de una vez arrastrarlo a la guerra, a veces mediante provocaciones y cruzando líneas rojas en otras ocasiones. Lo que hizo Hizbullah fue coherente con la estrategia ya que no quería una guerra integral y decidió trazar un marco para su papel, negándose a caer en cualquier emboscada israelí, ya sea en el Líbano o en la región.

2- No a un golpe fatal: Desde los primeros momentos de la epopeya del Diluvio de Al-Aqsa, Hizbullah leyó la escena y declaró repetidamente que la guerra con la entidad no sería con un golpe de gracia y definitivo. Operaba su frente según la regla de acumular puntos, regla que requiere deliberación, calma y firmeza, y la respuesta fue reflexiva, centrada, intensa y precisa, lejos de ser una “exhibición de propaganda”.

3- No al cese de las respuestas: La escalada de los últimos meses se produjo de forma gradual, acumulativa e inteligente. El desarrollo cualitativo de las operaciones de resistencia libanesa no se detuvo. En su apoyo a la Franja de Gaza, la resistencia libanesa fue más allá de simplemente confundir al ejército ocupante y causar daños a sus infraestructuras y a los asentamientos del norte, con más de dos mil 500 operaciones contra la entidad, que fortalecieron el concepto de “frente de apoyo", es decir, agotar al oponente y cristalizaron la convicción israelí de que el secreto de la estabilidad de Hamas en las negociaciones está relacionado con los acontecimientos cualitativos que se están produciendo en el frente norte con el Líbano.

Reglas cambiantes del frente de apoyo

Aquí debemos enfrentarnos a otra confrontación no militar. Es una guerra de narrativas y no sólo de capacidades. El frente de apoyo en el norte de los territorios palestinos ocupados reveló un defecto estructural en “Israel”, las narrativas contradictorias de la ocupación y su debilidad en la presentación de una narrativa de lo que sucedió y está sucediendo, lo que duplicó el resentimiento de los colonos, ya que parecía que la sangre de los asentamientos del norte y la sangre de “Tel Aviv” no son la misma. Esta idea fue claramente expresada por los analistas israelíes, quienes dijeron  que “el gobierno israelí dejó a los colonos del norte como patos en un campo de tiro para los misiles de Hizbullah en el norte abandonado. La ira los llevó a considerar que “Israel” utilizaba a la gente del norte como peones en manos del gobierno y el ejército.

Esto está en la narrativa israelí directa (lo que se dice oficialmente y lo que se dice popularmente). En cuanto a lo que se dice en un idioma no hebreo, aparecen expresiones de burla, escepticismo y frustración generalizada, con esfuerzos persistentes e intentos intencionales de vaciar las acciones de Hizbullah de su contenido y efecto.

No está permitido, en ningún caso, clasificar las voces que objetan la escala de la respuesta de la resistencia en una sola categoría. Estamos hablando de una ola en la que las intenciones y los antecedentes varían y cambian. Pero lo que permanece constante es que esto es parte de la batalla de la conciencia, la cultura y la moral, en la que están presentes todas las formas de exageración, superstición y astrología. Voces que se quedan mudas cuando “Israel” viola diariamente la soberanía del Líbano y se involucra en desinformación y confusión contra el partido si éste defiende su tierra y sus hermanos, lo que constituye en primer lugar una crisis moral, antes de ser nacional.

Lo cierto del Frente de Apoyo es un mensaje militar a “Israel” de que no hay separación entre las resistencias palestina y libanesa. No hay forma de detener el fuego en el norte excepto apagando el fuego en el  sur, y la calma del frente del Líbano está ligada al alto el fuego en Gaza, pero el mensaje más importante es un sentimiento fraternal leal a todos los palestinos en Gaza... No estáis solos.