La USAID contra Cuba
La USAID ha sido, desde su surgimiento en 1961, una activa promotora de la agenda subversiva contra la isla.
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La USAID contra Cuba.
En estos días es noticia el desmantelamiento parcial sufrido por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a manos de Donald Trump. La agencia pasó a estar bajo supervisión del Departamento de Estado y sus más de 10 mil trabajadores en todo el mundo han quedado en suspensión administrativa por 30 días.
También se ha cerrado la web de la agencia. Adicionalmente, las propias autoridades norteamericanas han hecho públicas numerosas informaciones que ayudan a tener una idea de la dimensión y diversidad de las operaciones llevadas a cabo por esta agencia bajo el manto de la “ayuda al desarrollo”.
En Cuba no sorprenden estas revelaciones. La USAID ha sido, desde su surgimiento en 1961, una activa promotora de la agenda subversiva contra la isla.
Una herramienta de la Guerra Fría
La USAID fue creada por John F. Kennedy como parte de una reforma del programa de asistencia exterior de los Estados Unidos, mediante la firma de la Ley de Asistencia Extranjera, que exigía la fusión de las agencias de asistencia preexistentes en una nueva agencia en un plazo de 60 días. Surgida en medio de la Guerra Fría, la agencia rápidamente pasó a desplegar una estrategia de subversión bajo el manto de la asistencia humanitaria.
Uno de los primeros programas impulsados por la agencia en América Latina fue la Alianza para el Progreso, una especie de Plan Marshall para el continente cuyos recursos finalmente acabaron usándose para financiar y sostener los regímenes golpistas y dictatoriales que llegaron al poder en numerosos países entre las décadas del 60 y el 80 del siglo XX.
La USAID también colaboró con la CIA en el adiestramiento de fuerzas policiales en tácticas de contrainsurgencia y guerrilla urbana en apoyo a los regímenes golpistas de Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil y Argentina.
Su impronta no se detiene solo en América Latina, sino que abarca un largo abanico de acciones subversivas también en África, Medio Oriente y Asia, promoviendo agendas de cambio de gobierno, “golpes blandos” y “revoluciones de colores” a lo largo de sus más de seis décadas de existencia.
La USAID contra Cuba
Como ya se ha apuntado, la USAID tiene un largo historial de operaciones contra Cuba desde los primeros años de la Revolución cubana, de conjunto con otras organizaciones, como la tristemente famosa NED (National Endowment for Democracy), creada por Reagan en 1983.
En los años noventa, mientras la isla atravesaba el denominado como Período Especial, la agencia impulsó el denominado Programa Cuba, donde se emplearon más de seis millones de dólares en el financiamiento a grupos mercenarios en el país.
Entre 2001 y 2006, la agencia asignó más de 61 millones de dólares en proyectos y acciones contra Cuba, incluyendo muchas de carácter comunicacional.
Entre 2007 y 2013 el Programa Cuba empleó más de 120 millones de dólares para unos 315 proyectos que buscaban promover una “Primavera cubana”. Con este fin se impulsaron plataformas como ZunZuneo, que pretendía ser una variante cubana de Twitter.
En 2013 impulsaron también la operación Piramideo, destinada a crear un canal de comunicación entre diversos grupos contrarrevolucionarios en la isla. Todas estas acciones, y muchas otras que involucraron también a la entonces Oficina de Intereses de los Estados Unidos en Cuba, se llevaron a cabo en flagrante violación de todos los convenios y protocolos diplomáticos e internacionales, así como de la soberanía de la isla.
En octubre de 2020, mientras Cuba y el mundo luchaban contra la pandemia de la covid-19, el periodista norteamericano Tracy Eaton, de The Money Project, hizo público que la USAID había otorgado más de 410 mil dólares a la empresa Digital News Association Inc., con sede en la Florida, para “promover los derechos humanos en Cuba”. Esta empresa está estrechamente asociada con ADN Cuba, uno de los muchos “medios” de propaganda contra la isla.
Según el propio Eaton, durante el primer período de gobierno de Donald Trump, al menos 54 grupos han operado programas en Cuba financiados por la USAID y la NED, recibiendo en el período entre 2017 y 2020 más de 16 millones y medio de dólares para promover agendas de cambio de régimen en la isla.
Al Bloqueo económico, comercial y financiero que pesa sobre el país, se suman entonces las acciones subversivas de grupos, “medios” e individuos financiados por estas agencias para alterar el orden político vigente en el país. Es una estrategia donde se combinan la formidable presión de las sanciones económicas con esta penetración soft que busca erosionar la cohesión política y la voluntad de resistencia del pueblo cubano