No es un conflicto entre palestinos y judíos, es entre el nativo palestino y el colonialismo occidental
Más allá de la sentida dolencia y digna solidaridad mundana, la más humana, ante el genocidio en curso, visible, contra el pueblo nativo semita palestino, la diabólica coyuntura de hoy nos debe exigir un radical despertar.
-
No es un conflicto entre palestinos y judíos, es entre el nativo palestino y el colonialismo occidental.
…No hay un día en que tu fugaz imagen, en la que tu celaje no transite mi existencia, me habitas habibi. Hablo de Edward Said.
A la delincuencia, a la demagogia e ineptitud del sacerdocio académico intelectual, a Hollywood y sus derivados: Fin de la existencia del anacronismo eurocéntrico colonial, mal llamado “Israel”.
Este conflicto no es entre nativos semitas palestinos y los profesantes de la religión judía, ¡NO! es un conflicto entre el pueblo nativo semita palestino contra el anacronismo eurocéntrico colonial, mal llamado “Israel”.
Más allá de la sentida dolencia y digna solidaridad mundana, la más humana, ante el genocidio en curso, visible, contra el pueblo nativo semita palestino, la diabólica coyuntura de hoy nos debe exigir un radical despertar. De un análisis sin la artificialidad e infantilismo estético. De un grito de liberación y justicia. Debemos trascender nuestra solidaridad. Atención, que nuestra solidaridad no sea secuestrada, que no sirva de instrumento de manipulación, por los poderes imperiales y coloniales.
Con profundo respeto y responsabilidad, no debemos continuar con esa solidaridad terapéutica y contemplativa, hay que pasar a la solidaridad constructiva y concreta sin la carga de abstracciones, matices y relatividades que a la postre sirven a la confusión. Esa confusión es vital para la miseria imperial y colonial. Un llamado, el problema no es el polaco Netanyahu, el problema es la existencia de ese anacronismo colonial, mal llamado “Israel”. Debemos descolonizarnos, salir de la agenda y del léxico eurocéntrico. Debemos salir del temor, ¡SÍ! vivimos bajo tiranías muy sutiles
Le tengo miedo a tener miedo. Siglo XXI, no existe el pueblo judío, ni el pueblo musulmán, no existe el pueblo cristiano, no existe el pueblo ateo.
Este conflicto, no es un conflicto entre el pueblo nativo semita palestino y los confesantes de la religión judía. El pueblo nativo semita palestino se encuentra luchando contra un anacronismo colonial europeo-estadounidense. El pueblo nativo semita palestino se encuentra luchando contra un anacronismo colonial occidental.
No veamos la forma sino el fondo. El trasfondo es el colonialismo occidental y la forma es el sujeto: “lo judío”.
El sujeto judío (religión judía), es el fascinante envoltorio de ese otro orientalismo o el orientalismo mismo como fachada colonial. Como fachada de expoliación, dominación y exterminio.
El sujeto judío (comunidad religiosa judía), es víctima, instrumento, elemento, sentimiento, ente, herramienta, epistemicidio eurocéntrico de creativa e ilustrativa estafa, pseudo científica con fines coloniales.
Aunque antes del Holocausto judío europeo, los primeros antisionistas fueron los propios judíos europeos. El dantesco Holocausto hizo que estos europeos huyeran a Palestina. Hoy, gran parte de dicha comunidad religiosa, se autodenomina religión y pueblo al mismo tiempo; ni en los tiempos del oscurantismo teocrático y el hoy supuesto tiempo del secularismo se había visto esto. Claramente insensato y es de un ridiculísimo que apesta, es de un absurdo con necesidad criminal y dentro de un manto ilustrativo que opera con el sacerdocio académico-intelectual y mediático. El mismo pasa y traspasa ya que porta un encanto que somete y dopa… Esta psicodelia de la glotonería eurocéntrica me retrotrae a Edward Said, el orientalismo, cultura y imperialismo.
Europa y/o occidente que es una vanguardia de los valores y sentimientos seculares, no alcanza a ver, no se percata o no es capaz de discernir: religión judía y pueblo. Por otra parte, y como parte de esa incapacidad, en su análisis y estudios, reducen mecánicamente al mundo árabe a una mercancía religiosa. Ah, existen académicos del occidente que no saben discernir árabe y musulmán.
Vamos a la escuelita
Bien, el monoteísmo judío, cristiano, musulmán, tiene sus orígenes en lo que hoy es el mundo árabe. Proviene del ancestro árabe; pero no solo provienen de una misma etnicidad, la semítica, sino que esa triada, esa trilogía religiosa, guarda una misma raíz y tronco doctrinario. El cristianismo proviene directamente del judaísmo y las raíces directas del islam son judío-cristiana. El judaísmo es religión y madre religión.
Ahora, todo el bastión de escrituras sacras de dicha trilogía monoteísta, son provenientes del Levante o el Asia semítico. Y mucho de las escrituras sagradas de dicho monoteísmo, son tomadas de las precedentes sacras escrituras politeístas semíticas, cananeas y babilónicas. Para resumir: cuando se menciona a “Israel”, Judea, en alguno de estos textos sagrados es alusivo y dentro de lo semita. Pueblos y mitología semitas, el hoy mundo árabe. Pueblos semitas que practicaron el politeísmo, luego pasaron al monoteísmo judío, luego al monoteísmo cristiano y hoy predomina un monoteísmo musulmán. Ningún pueblo en su cronología histórica conserva la misma religión, los pueblos están en movimientos.
A la grandilocuencia eurocéntrica, no fueron los judíos, ni los cristianos, ni los musulmanes los que se expandieron en el mundo, lo que se expandió en el mundo fueron las tres respectivas religiones, las tres respectivas doctrinas que es un legado y herencia del ancestro árabe-semita.
Europa no es portadora de un monoteísmo propio. Su monoteísmo es semítico, su monoteísmo cristiano es una herencia del ancestro árabe. Son europeos conversos a la religión cristiana, eso no los convierte en semitas. Ahora, esa misma Europa utiliza a sus propios europeos conversos a la religión judía para colonizar Palestina.
Desde 1907, con el informe Campbell-Bannerman, el imperio británico ya había estructurado la necesidad de establecer, implantar una entidad, una población occidental en el mundo árabe en pro de los intereses de dominación imperial-colonial del occidente.
El mal llamado “Israel” que se impuso el 14 de mayo de 1948, aparte de ser una obscenidad, un anacronismo colonial, es un enclave y laboratorio de guerra, de dominación de la actual atrofia imperial occidental.
El que cree que este conflicto es entre los nativos semitas palestinos y los confesantes de la religión judía, está errado. Es como ver el dedo índice en lugar de ver la luna que el dedo índice está señalando.
Cuando la gente de buen corazón se pregunta o exclama, hasta cuando los abusos de “Israel”. Yo respondo a esta trillada pregunta: es hasta siempre, ya que el trasfondo es una realidad occidental imperial-colonial y con apoyo de tiranías árabes.
Ante el macabro genocidio, debemos deslastrarnos de tanto encanto impostor, es decir, creer que europeos conversos a la religión judía son el pueblo judío, eso es una estratagema que nos convierte en pobres pensantes.