Wafic Kanso: "Estados Unidos presiona al Ejército libanés para continuar caos en el país"
El malestar popular estalló el 17 de octubre tras el anuncio de un impuesto sobre las llamadas vía mensajería de WhatsApp. La rápida anulación de la medida no impidió que la movilización se extendiera por todo el país.
Estados Unidos presiona al Ejército libanés para que continúe el caos en el país, advirtió el editor jefe del periódico Al-Akhbar, Wafic Kanso.
Durante una entrevista concedida al canal Al-Mayadeen en el programa Al Machahadiya (Escena) con Lana Medawar, Kanso expresó que con esas maniobras Washington pretende "perturbar a la presidencia de la Republica y a Hizbullah".
Dijo que el pueblo cuando salió a las calles "lo hizo espontáneamente en los primeros días", pero después comenzaron a aparecer demandas absurdas.
El analista y editor jefe del diario acusó al gobernador del Banco Central del Líbano, Riad Salameh, de ser el jefe de la pirámide de la corrupción.
Y se preguntó por qué "los manifestantes no sitian las casas de los corruptos, por ejemplo, y por qué comenzamos a escuchar gradualmente demandas absurdas, como el derrocamiento del mandato” del presidente Michel Aoun.
Agregó que aquellos que secuestraron el movimiento de protestas populares no están interesados ni quieren tener una dirección seria capaz de negociar con el gobierno.
También consideró que se asombra de que el "Fenómeno político de los Hariri , quienes han gobernado el país hace casi tres décadas llevándolo al tamaño de la actual deuda, no son blanco directo de las críticas de los manifestantes".
Acotó que "el líder del Partido de las Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, está negociando con la Presidencia de la Republica para retirar sus militantes de la calle a cambio de obtener más de la mitad de las carteras ministeriales en un eventual nuevo gobierno".
Kanso enfatizó que la Resistencia no usa sus armas en el interior del país y está ansiosa por devolver a la normalidad la vida cotidiana las áreas” donde habitan la mayoría de sus simpatizantes y seguidores.
"Hay preguntas sobre los antecedentes de la posición del Ministro de Educación en términos de continuar con la decisión de cerrar las escuelas", añadió.
Kanso dijo que algunos grupos de la sociedad civil se han convertido en bandidos, y agregó que "la gente en la calle en la forma actual no aceptará nada, incluso si el gobierno renuncia y esto genera muchas dudas y sospechas".
Por otra parte, señaló que "las demandas de algunos manifestantes sobre las armas de la Resistencia confirman las preguntas y sospechas de las que estamos hablando".
En este contexto, aseguró que hay muchas figuras limpias en este movimiento de protestas que deben avanzar hacia nombrar una dirección pública a su movimiento y expulsar a los sospechosos y los que reciben instrucciones de embajadas de países foráneos.
Kanso concluyó que el hecho de utilizar "eslóganes contra la Resistencia, y cortar las carreteras y la calidad de las demandas, nos recuerdan lo que sucedió en Siria".
El malestar popular estalló el 17 de octubre tras el anuncio de un impuesto sobre las llamadas vía mensajería de WhatsApp. La rápida anulación de la medida no impidió que la movilización se extendiera por todo el país.
Pero, en casi dos semanas del levantamiento, no se vislumbraba ninguna solución. Bancos, escuelas y universidades continúan cerradas hasta nueva orden. El fin de mes se acerca y algunos podrían no recibir sus salarios.
Sin embargo, la Agencia Nacional de Noticias informó que los departamentos gubernamentales en Saray Halba, departamentos independientes y municipios en todas las ciudades de Akkar recibieron a sus empleados, que las carreteras en Baalbek y las aledañas funcionan con normalidad y que las escuelas privadas retornaron a sus actividades lectivas.
El país padece una escasez crónica de electricidad, agua y servicios médicos básicos desde hace 30 años, cuando terminó la guerra civil (1975-1990).
Hace una semana, el primer ministro, Saad Hariri, anuncio un paquete de reformas para dinamizar la economía, que lleva meses al borde del colapso.