Esta operación de asesinato se produjo después de que Estados Unidos atacó a las Fuerzas de la Movilización Popular Iraquí a principios de enero, provocando la caída de  más de treinta mártires y una cifra superior de heridos, un ataque que llevó a una respuesta por parte de la Movilización Popular asediando la embajada estadounidense en Bagdad, y luego Estados Unidos cometió el asesinato de Soleimani, y el subcomandante  de la Movilización Popular, Abu Mahdi Al-Muhandis.

¿Cuál es la razón que llevó al presidente Trump a volver tan tensa esta situación? 

Hay varias razones, la primera de las cuales es la disminución de la influencia estadounidense en la región del Levante, ya sea en Siria, Iraq o El Líbano, la segunda razón fue el hecho de que todos los métodos de presión adoptados por los Estados Unidos de cualquier calibre para obligar a Irán a someterse a los objetivos estadounidenses han fracasado y que Teherán no ha detenido su apoyo a sus aliados en la región árabe, principalmente a Hizbullah y a las facciones de la Resistencia Palestina, mientras que, la tercera razón ha sido  la situación interna de Trump en los Estados Unidos y el impeachment que enfrenta en el Congreso.

Por lo tanto, el objetivo era derrocar a líderes que contribuyeron profunda y principalmente a la eliminación de ISIS (Daesh) en Iraq y Siria, aun sabiendo que (ISIS) era la razón que Washington utilizó para devolver a sus soldados a Iraq con el pretexto de combatir el terrorismo, allanando el camino y dando la luz verde a ISIS, y que actualmente los estadounidenses los están entrenando nuevamente en el este de Siria para recuperar el control del este de Siria y el oeste de Iraq.

Sin embargo, ¿cuál sería la respuesta esperada de Irán e Iraq al crimen de asesinato?

Lo más probable que la respuesta sea gradual apuntando contra soldados estadounidenses en la región árabe, que no implicaría una gran respuesta estadounidense que lleve a una guerra directa entre Irán y los Estados Unidos.

Mientras tanto, otro objetivo sería afectar negativamente al proceso electoral de Trump para impedir que gane un segundo mandato, por lo que será el segundo presidente estadounidense después de Jimmy Carter, que haya sido derrocado por su confrontación con Irán.