“Estoy decepcionada por las acciones del liderazgo en muchos países, particularmente en Estados Unidos”, manifestó Cengiz en declaraciones concedidas ayer a la agencia de noticias Reuters.

La enlutada novia turca del periodista, asesinado el 2 de octubre, dijo que el mandatario debería ayudar a revelar la verdad y garantizar que se haga justicia.

Asimismo, añadió que el magnate neoyorquino no debería allanar el camino para encubrir el asesinato de su prometido y, dicho esto, reflexionó: “no permitamos que el dinero manche nuestra conciencia y comprometa nuestros valores”.

La muerte de Khashoggi, columnista de The Washington Post, crítico con las políticas del príncipe heredero saudita, Muhamad bin Salman Al Saud, provocó la indignación global al ver cómo Riad mentía sobre el caso, primero negando el hecho y después, con evasivas sobre las circunstancias que rodearon su desaparición y muerte.

Al principio del escándalo que esto generó, Trump fue reacio a pedir explicaciones a las autoridades sauditas, alegando que no quería poner en peligro los jugosos contratos millonarios de venta de armas suscritos entre Estados Unidos y el reino árabe.

Riad utiliza ese armamento en su campaña de bombardeos indiscriminados contra Yemen desde 2015, como consecuencia de lo cual más de 15 mil civiles perdieron la vida en ese país, incluidos menores de edad, según datos oficiales.

De hecho, hay informes que apuntan a que el asesinato de Khashoggi estaría vinculado con su posible intención de publicar sobre el uso por Arabia Saudita de armas químicas en su guerra contra Yemen, de acuerdo a revelaciones del semanario británico Express.

En otra parte de su entrevista, Cengiz responsabilizó a Riad de estar detrás del asesinato de su prometido al indicar que “esto tuvo lugar dentro de una legación diplomática saudita”, por lo que en tales circunstancias “son responsables de ello”.

Exigió que todos los responsables implicados en este caso reciban su justo castigo al ser juzgados tanto los autores materiales como los intelectuales.

La prensa turca divulgó que Saud al-Qahtani, un hombre muy próximo al príncipe heredero, estuvo presente mediante una videoconferencia en la tortura y asesinato de Khashoggi.

Estos mismos medios han sugerido que el Gobierno saudita culpa del crimen a subalternos para dejar fuera del caso a Bin Salman.

Al príncipe heredero le achacan a su vez la responsabilidad de la agresión saudita a Yemen, que ha dejado miles de muertos y una crisis humanitaria sin precedentes, así como del “secuestro” en 2017 del premier libanés, Saad Hariri.