ONU y Sudán condenan violencia de las FAR en El Fasher
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Al Mayadeen Español
- 30 Octubre 23:39
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Sudán exige a la ONU que declare a las FAR como grupo terrorista y sancione a quienes las financien o respalden la milicia.
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ONU y Sudán condenan violencia en El Fasher. Foto: AFP.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) expresó este jueves su profunda preocupación por la escalada de violencia en la ciudad de El Fasher, capital del estado de Darfur Norte en Sudán.
Mediante un comunicado oficial, el organismo condenó enérgicamente el ataque perpetrado por las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y las atrocidades cometidas contra la población civil.
Por su parte, el gobierno sudanés solicitó formalmente al Consejo de Seguridad designar como organización terrorista a las FAR, conforme a estándares internacionales de lucha contra el flagelo.
La petición incluye la criminalización de cualquier vínculo con la milicia, incluyendo el suministro de armas, mercenarios o tecnología, así como el tránsito por fronteras.
Sudán exige sanciones y justicia
En sesión de emergencia, el embajador sudanés Al-Harith Idris instó a una condena categórica de las masacres cometidas por las FAR, sus mercenarios extranjeros y sus aliados regionales.
Al respecto, reclamó la imposición de sanciones selectivas contra Estados e individuos que financien o respalden a la milicia.
Idris exigió una investigación internacional por el genocidio en El Fasher para impulsar los esfuerzos de rendición de cuentas, y condenó las amenazas diarias de asesinatos por parte de las FAR.
Asimismo, pidió la implementación de las Resoluciones 2736 y 1591 del Consejo de Seguridad, y denunció la participación de países vecinos en los crímenes.
Hoja de ruta y denuncias de ataques químicos
El embajador presentó una hoja de ruta del gobierno sudanés que propone un cese permanente de los combates y el desarme de la milicia.
"No habrá negociación con las FAR mientras no depongan las armas y detengan su agresión contra el pueblo sudanés", aclaró.
Asimismo, denunció el uso de aviación extranjera en apoyo a las FAR, incluyendo ataques contra posiciones militares sudanesas y el uso de gas nervioso prohibido internacionalmente en El Fasher.
La sesión del Consejo de Seguridad se produjo en medio de crecientes llamados internacionales para exigir responsabilidades y evaluar un alto al fuego integral.
Diversos actores globales condenaron las prácticas de las FAR y prometido acciones para enfrentar los crímenes cometidos en El Fasher.
Crisis humanitaria y ataques a hospitales
Mientras tanto, crece el temor por una posible masacre en el interior del último hospital en funcionamiento de la ciudad de El Fasher, tras la entrada violenta de la fuerza paramilitar esta semana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y un funcionario sudanés alertaron sobre la tragedia, en medio del colapso de las comunicaciones y la pérdida total de contacto con el personal médico.
El número de víctimas aún se desconoce, debido al aislamiento de la ciudad y a la interrupción de los canales de información desde la toma el domingo del último bastión del ejército.
Las FAR rechazaron las acusaciones, calificando los reportes como “información engañosa” y alegando en un comunicado que “todos los hospitales de El Fasher están abandonados”.
En una declaración emitida el miércoles, la OMS denunció el secuestro de cuatro médicos, una enfermera y un farmacéutico del Hospital Saudita.
Aunque una fuente humanitaria no pudo confirmar el número de fallecidos, sí corroboró los hechos “a partir de múltiples testimonios presenciales, un informe gubernamental, fotografías y vídeos”.
Según residentes, profesionales de la salud y trabajadores humanitarios, las FAR atacaron repetidamente los hospitales de la ciudad con fuego de cohetes y drones.
La toma de El Fasher por las FAR, lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo "Hemedti", provocó también el desplazamiento de miles de personas en un solo día.
El Sindicato de Médicos Sudaneses denunció una masacre por motivos étnicos, calificándola como crimen de limpieza étnica, con miles de víctimas estimadas y graves dificultades de comunicación.
