En un estudio publicado por la revista Nucleic Acids Research, los microbiólogos de la Universidad de Finlandia Oriental explicaron el efecto del ciprofloxacino —uno de los antibióticos más utilizados— sobre las ‘centrales energéticas’ celulares o las mitocondrias.

Estos orgánulos cuentan con su propio genoma pequeño, cuyo mantenimiento necesita enzimas llamadas topoisomerasas.

Los investigadores descubrieron que las fluoroquinolonas ―grupo de antibióticos a los que pertenece el ciprofloxacino― además de destruir bacterias, inhibiendo su ADN girasa, una de las topoisomerasas, también inhibe la topoisomerasa 2 en nuestras propias células.

Podría ser la causa de la mayoría de los efectos secundarios negativos para los pacientes.

¨Este dramático efecto sobre el ADN de las mitocondrias podría ser la causa de la mayoría de los efectos secundarios negativos para los pacientes, y una razón más para que las fluoroquinolonas deban usarse con gran cautela”, señalan los autores de un estudio de la Universidad de Finlandia Oriental.

Esto obstaculiza la producción de energía por parte de las mitocondrias y bloquea el crecimiento y diferenciación de las células.