Salvada joven cubana, única sobreviviente de accidente aéreo en La Habana
Tras más de 70 días de una fiera batalla por su vida, Mailén Díaz, la única sobreviviente del accidente aéreo ocurrido el 18 de mayo en Cuba, comienza una nueva fase de estabilización y rehabilitación en el hospital Hermanos Ameijeiras, de La Habana

Tras más de 70 días de una fiera batalla por su vida, Mailén Díaz, la única sobreviviente del accidente aéreo ocurrido el 18 de mayo en Cuba, comienza una nueva fase de estabilización y rehabilitación en el hospital Hermanos Ameijeiras, de La Habana.
Ya lo más duro ha pasado. La rescataron de impredecibles zarpazos de la muerte, según informó un extenso y conmovedor trabajo publicado en la edición dominical del diario cubano Juventud Rebelde.
Díaz, de 19 años, estuvo todo ese tiempo en el también capitalino hospital Calixto García, donde la atendió con un alto nivel de profesionalidad un equipo multidisciplinario, integrado además por especialistas de otras instituciones de salud.
Mientras la trasladan en camilla hacia la ambulancia, la joven lanza besos al aire como solo puede hacerse a los 19 años. Y llora hacia adentro, silenciosamente, con una precoz nostalgia, reseña el artículo.
El material periodístico señaló que hubo intervenciones quirúrgicas, estabilizaciones y desestabilizaciones, avances y retrocesos en el sistema hemodinámico de la paciente.
“La evolución no fue nada lineal en una paciente en estado tan crítico, con constantes peligros para su vida y las enfermedades oportunistas que comprometen e inmunodeprimen”, subrayó.
Mailén sufrió lesiones a nivel de columna, cervical, torácica, dorsal, en extremidades, tibia, peroné, pelvis, quemaduras, de glúteo, que requirieron de curas y drenajes frecuentemente.
También tuvo afectación medular, quedó parapléjica, y fue necesaria la amputación de su pierna izquierda porque de lo contrario era incompatible con su vida, explicaron los médicos.
El hospital Calixto García, el más experto en el tratamiento a pacientes politraumatizados, recibió el día del desastre aéreo a Mailén y a otras dos sobrevivientes, Gretell Landrove y Emiley Sánchez, quienes fallecieron posteriormente.
Como consecuencia de la peor tragedia en la historia de la aeronáutica civil en Cuba, murieron 112 personas, incluida la tripulación de la aronave, arrendada a una compañía mexicana por la empresa Cubana de Aviación.