Al Assad: Incidente en Idleb fue una provocación para justificar el ataque
El presidente sirio, Basahar Al Assad, expresó que el supuesto ataque químico de Idleb fue una provocación que sirvió para justificar el ataque de EE.UU. a la base de Shayrat.
"Consideramos que es una provocación por una razón muy simple: si hubiera sido una fuga de gas o un ataque, y se afirma que allí fallecieron 60 personas, ¿cómo podría la ciudad vivir como antes?", cuestionó Al Assad en una entrevista reflejada por la agencia rusa de noticias Sputnik.
Asimismo, destacó que los civiles no fueron evacuados de Khan Cheikhoun, a pesar del supuesto ataque químico.
"Ninguna persona abandonó la ciudad y la vida continuó su curso cotidiano, aunque allí, insisten, fueron utilizadas armas de destrucción masiva", subrayó.
"Por eso consideramos que no hubo ningún ataque químico, así como depósitos de gas, y fue solo una provocación para justificar el ataque a Shayrat", declaró Al Assad.
Al Assad destacó también que cuando Washington atacó la base aérea no hubo indicios de ningún gas ni resultó intoxicado ningún militar sirio.
Añadió que el Gobierno sirio no disponía de datos exactos sobre la naturaleza de las instalaciones de los insurgentes en Khan Cheikhoun que la Fuerza Aérea siria bombardeó el mismo día.
"No sabemos si lo que atacamos aquel día a las 11.30 de la mañana era un depósito de armas químicas o algo parecido", precisó.
Recordó que, después del primer ataque químico que los terroristas perpetraron hace varios años en la ciudad norteña de Alepo contra las fuerzas gubernamentales, Damasco solicitó también a Naciones Unidas que enviara expertos para llevar a cabo una investigación.
"Luego ha habido muchos casos similares, pero la ONU nunca ha enviado ninguna delegación a Siria, y lo mismo está pasando ahora", precisó.
El mandatario señaló que su gobierno envió una carta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que pide formalmente el envío de una delegación para investigar lo ocurrido en Khan Cheikhoun, aunque obviamente hasta el momento la solicitud no ha surtido efecto, ya que Occidente y EE.UU. han bloqueado la llegada de cualquier delegación.
Subrayó que si los expertos llegan a la provincia occidental de Idleb, descubrirán que todos los relatos de Occidente sobre lo que allí sucedió y luego el ataque a la base aérea de Shayrat fueron una bandera falsa, una mentira.
En cuanto a los vídeos de los Cascos Blancos sobre la supuesta exposición a sustancias tóxicas en Khan Cheikhoun recordó que captan el momento en el que las personas ayudan a las víctimas del supuesto ataque químico sin utilizar equipos de protección.
"Al fijarse en estas imágenes, se puede ver que los supuestos rescatistas ayudan a la gente sin antifaces, sin guantes, y se mueven tranquilamente, pero ¿cómo?, esto contradice completamente la peculiaridad del gas sarín, del cual hablan", dijo.
El presidente sirio indicó que en caso de una real exposición a sarín todos los rescatistas "también hubieran muerto, al igual que todos los demás, y no se sabe si las personas que estaban tumbadas sobre el suelo estaban muertas o no".
Según los analistas, Washington carece de una estrategia integral para Siria. Exactamente una semana antes del ataque con misiles a la base siria, altos funcionarios estadounidenses presentaron una nueva política para Siria.
Tanto Rex Tillerson, el secretario de Estado, como Nikki Haley, embajadora estadounidense ante la ONU, y Sean Spicer, el portavoz de la Casa Blanca, han reconocido que la posición de Al Assad a largo plazo la decidirá el pueblo sirio.
Asimismo, destacó que los civiles no fueron evacuados de Khan Cheikhoun, a pesar del supuesto ataque químico.
"Ninguna persona abandonó la ciudad y la vida continuó su curso cotidiano, aunque allí, insisten, fueron utilizadas armas de destrucción masiva", subrayó.
"Por eso consideramos que no hubo ningún ataque químico, así como depósitos de gas, y fue solo una provocación para justificar el ataque a Shayrat", declaró Al Assad.
Al Assad destacó también que cuando Washington atacó la base aérea no hubo indicios de ningún gas ni resultó intoxicado ningún militar sirio.
Añadió que el Gobierno sirio no disponía de datos exactos sobre la naturaleza de las instalaciones de los insurgentes en Khan Cheikhoun que la Fuerza Aérea siria bombardeó el mismo día.
"No sabemos si lo que atacamos aquel día a las 11.30 de la mañana era un depósito de armas químicas o algo parecido", precisó.
Recordó que, después del primer ataque químico que los terroristas perpetraron hace varios años en la ciudad norteña de Alepo contra las fuerzas gubernamentales, Damasco solicitó también a Naciones Unidas que enviara expertos para llevar a cabo una investigación.
"Luego ha habido muchos casos similares, pero la ONU nunca ha enviado ninguna delegación a Siria, y lo mismo está pasando ahora", precisó.
El mandatario señaló que su gobierno envió una carta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que pide formalmente el envío de una delegación para investigar lo ocurrido en Khan Cheikhoun, aunque obviamente hasta el momento la solicitud no ha surtido efecto, ya que Occidente y EE.UU. han bloqueado la llegada de cualquier delegación.
Subrayó que si los expertos llegan a la provincia occidental de Idleb, descubrirán que todos los relatos de Occidente sobre lo que allí sucedió y luego el ataque a la base aérea de Shayrat fueron una bandera falsa, una mentira.
En cuanto a los vídeos de los Cascos Blancos sobre la supuesta exposición a sustancias tóxicas en Khan Cheikhoun recordó que captan el momento en el que las personas ayudan a las víctimas del supuesto ataque químico sin utilizar equipos de protección.
"Al fijarse en estas imágenes, se puede ver que los supuestos rescatistas ayudan a la gente sin antifaces, sin guantes, y se mueven tranquilamente, pero ¿cómo?, esto contradice completamente la peculiaridad del gas sarín, del cual hablan", dijo.
El presidente sirio indicó que en caso de una real exposición a sarín todos los rescatistas "también hubieran muerto, al igual que todos los demás, y no se sabe si las personas que estaban tumbadas sobre el suelo estaban muertas o no".
Según los analistas, Washington carece de una estrategia integral para Siria. Exactamente una semana antes del ataque con misiles a la base siria, altos funcionarios estadounidenses presentaron una nueva política para Siria.
Tanto Rex Tillerson, el secretario de Estado, como Nikki Haley, embajadora estadounidense ante la ONU, y Sean Spicer, el portavoz de la Casa Blanca, han reconocido que la posición de Al Assad a largo plazo la decidirá el pueblo sirio.