EE.UU.: Más y nuevos insultos en segundo debate pre-electoral
En el segundo debate pre-electoral entre la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, celebrado en la Washington University de Saint Louis, Missouri, estuvo más centro en insultos que en presentar sus propuestas al electorado.

Según expertos, ninguno de los candidatos decepcionó: Clinton lució más correcta y comedida, y Trump fue el incendiario de siempre.
El magnate neoyorquino llegó acosado por la divulgación de un video en el cual alardea con elocuente vulgaridad sobre sus conquistas sexuales, comentarios que le granjearon intensas críticas incluso desde el seno del 'Grand Old Party'.
Para contra-atacar, Trump llevó al debate a tres mujeres que acusan al ex-presidente Bill Clinton de violación y asalto sexual, y a otra que fue violada a los 12 años de edad, en la que el agresor tuvo como abogada defensora a Hillary Clinton.
Trump insistió en que fue una conversación de vestuario, solo palabras, que quizás fueron inapropiadas, pero consideró peores las acciones de Bill Clinton, a quien calificó como el mayor abusador en la historia política de Estados Unidos.
La dama desmintió que Trump siquiera se haya disculpado, descartó que estuviera capacitado para ser presidente, y le recordó que todavía le debe una disculpa a Barack Obama por cuestionarle haber nacido en Estados Unidos.
Por su parte, Trump prometió que de ser elegido presidente ordenará una investigación especial sobre el escándalo de los correos electrónicos que Clinton envió desde un servidor inseguro mientras dirigía la diplomacia de la nación.
Si bien Clinton asumió nuevamente su cuota de responsabilidad sobre el particular, señaló que después de un año de investigaciones no hay evidencia de que sus correos cayeran en manos enemigas, aunque el tema informático no se detuvo ahí.
Otro tema fue Rusia. Al respecto Clinton expresó que Moscú intenta influenciar el resultado de las elecciones para favorecer a Trump, mediante supuestos ciber-ataques negados por los rusos, mientras su rival le respondió que ni siquiera conoce personalmente a Vladimir Putin.
Asuntos como el Obamacare, el papel de Estados Unidos en el Medio Oriente, la islamofobia, el trato a las minorías o el futuro energético de la nación solo sirvieron de pretexto para intercambiar ataques durante la hora y media que duró esta suerte de reality-show.
Al final, él reconoció que Clinton nunca se rinde, y ella destacó la dedicación de los hijos de Trump, 'lo cual dice mucho de Donald', afirmó.
No obstante, las encuestas dejan mejor posicionada a Clinton, cuya mayor experiencia la ayuda a lidiar con los exabruptos de un rival.
El magnate neoyorquino llegó acosado por la divulgación de un video en el cual alardea con elocuente vulgaridad sobre sus conquistas sexuales, comentarios que le granjearon intensas críticas incluso desde el seno del 'Grand Old Party'.
Para contra-atacar, Trump llevó al debate a tres mujeres que acusan al ex-presidente Bill Clinton de violación y asalto sexual, y a otra que fue violada a los 12 años de edad, en la que el agresor tuvo como abogada defensora a Hillary Clinton.
Trump insistió en que fue una conversación de vestuario, solo palabras, que quizás fueron inapropiadas, pero consideró peores las acciones de Bill Clinton, a quien calificó como el mayor abusador en la historia política de Estados Unidos.
La dama desmintió que Trump siquiera se haya disculpado, descartó que estuviera capacitado para ser presidente, y le recordó que todavía le debe una disculpa a Barack Obama por cuestionarle haber nacido en Estados Unidos.
Por su parte, Trump prometió que de ser elegido presidente ordenará una investigación especial sobre el escándalo de los correos electrónicos que Clinton envió desde un servidor inseguro mientras dirigía la diplomacia de la nación.
Si bien Clinton asumió nuevamente su cuota de responsabilidad sobre el particular, señaló que después de un año de investigaciones no hay evidencia de que sus correos cayeran en manos enemigas, aunque el tema informático no se detuvo ahí.
Otro tema fue Rusia. Al respecto Clinton expresó que Moscú intenta influenciar el resultado de las elecciones para favorecer a Trump, mediante supuestos ciber-ataques negados por los rusos, mientras su rival le respondió que ni siquiera conoce personalmente a Vladimir Putin.
Asuntos como el Obamacare, el papel de Estados Unidos en el Medio Oriente, la islamofobia, el trato a las minorías o el futuro energético de la nación solo sirvieron de pretexto para intercambiar ataques durante la hora y media que duró esta suerte de reality-show.
Al final, él reconoció que Clinton nunca se rinde, y ella destacó la dedicación de los hijos de Trump, 'lo cual dice mucho de Donald', afirmó.
No obstante, las encuestas dejan mejor posicionada a Clinton, cuya mayor experiencia la ayuda a lidiar con los exabruptos de un rival.