Estiman sería desastroso fracaso de Occidente en Ucrania
Alastair Crooke, diplomático británico, fundador y director del Conflicts Forum, analiza el impacto negativo para occidente de la artimaña de Washington de apoderarse de las reservas de dólares, euros y bonos del Tesoro del Banco Central de Rusia para hundir el rublo y poner de rodilla a Moscú.
Un fracaso en Ucrania bien podría significar la desintegración de la UE y la OTAN. La cohesión de estas alianzas no sobrevivirá al trauma de la derrota, según una valoración publicada por el sitio digital www.strategic-culture.org. A través de Ucrania: ¿Puede Occidente utilizar la guerra para frenar su declive y el paso a un nuevo orden monetario mundial? , preguntó Alastair Crooke en su aproximación al tema.
Crooke, diplomático británico, fundador y director del Conflicts Forum, analiza el impacto negativo para occidente de la artimaña de Washington de apoderarse de las reservas de dólares, euros y bonos del Tesoro del Banco Central de Rusia para hundir el rublo y poner de rodilla a Moscú, lo que según su análisis dará paso al establecimiento del primer orden mundial verdaderamente "global" donde los estadounidenses no tendrán las riendas en sus manos.
Estados Unidos y sus aliados no advirtieron que su acción determinó el lanzamiento inadvertido del sistema financiero occidental hacia su desaparición gradual. Los "halcones" rusófobos de Washington se pelearon estúpidamente con el único país -Rusia- que tiene las materias primas necesarias para dirigir el mundo, y para desencadenar el cambio a un sistema monetario diferente, puntualizó.
Este acontecimiento monetario cambio también la dinámica geopolítica y, apuntó el experto, al confiscar sus reservas, Washington estaba diciendo a Moscú: Los dólares están prohibidos para ti; no puedes comprar absolutamente nada con dólares. Si eso es así, ¿qué sentido tendría tener dólares? El final de la jugada de Estados Unidos y la UE era inevitable: Rusia vendería su gas por rublos.
Pero aquí, explicó, se introdujo un giro maquiavélico: al jugar a ambos lados de la ecuación: es decir, vinculando el rublo al oro, y luego vinculando los pagos de la energía al rublo, el Banco de Rusia está alterando fundamentalmente todos los supuestos de funcionamiento del sistema comercial mundial (es decir, sustituyendo los dólares fiduciarios nominales por una moneda sólida respaldada por materias primas).
Pero, atención, el Banco Central de Rusia hizo dos cosas de importancia geoestratégica: Añadió un "piso" de precios y (menos notorio), quitó otro. El Banco añadió un piso al precio del oro, prometiendo comprar oro a una tasa fija, apuntó.
En su valoración Crooke señaló que los productores de energía de Oriente Medio ven claramente hacia dónde va esto: Rusia -al vincular el rublo al oro, y la energía al pago en rublos- está iniciando un proceso, en última instancia, de vincular el precio del petróleo al precio del oro. Esto constituye la revolución silenciosa. El oro se convierte provisionalmente en la moneda de reserva neutral, a la espera de que se desarrolle una más amplia.
Esta es, pues, la tercera "retirada": Comienza la desvinculación de las bolsas de materias primas "dirigidas por el papel" de los Estados Unidos, que Occidente manipula para mantener un control sobre los precios de las materias primas y del oro. Da potencialmente un horizonte completamente nuevo a la OPEP+, por ejemplo, agregó.
Este es el punto: Si los bonos del Tesoro y los dólares mantenidos en la Reserva Federal de Nueva York están siendo rechazados, entonces ¿qué se convertiría en el almacén natural de valor? Pues las materias primas, por supuesto. ¿Por qué es esto tan revolucionario? Porque en una época de interrupción de la oferta, interrupción de los alimentos y guerra, Occidente ya no tendrá acceso a materias primas "baratas", prosiguió.
Tal vez, dijo, los miembros del equipo Biden deberían haberse tomado la molestia de consultar a la Reserva Federal, ya que, irónicamente, no sólo asustaron a otros tenedores extranjeros de bonos del Tesoro de Estados Unidos y de dólares de reserva cuando se apoderaron de las reservas rusas, sino que lo hicieron justo en el momento en que la inflación doméstica de Estados Unidos se está disparando, y los bonos están siendo rechazados de todos modos.
Lo que "Bucha" nos dice es que Occidente está en un frenesí de "todo o nada" para demostrar que puede ganar esta guerra. Un fracaso en Ucrania bien podría significar la desintegración de la UE y la OTAN. La cohesión de estas alianzas no sobrevivirá al trauma de la derrota. Y "Bucha" nos dice que Occidente está dispuesto a ir a por una "victoria" en una guerra imaginaria, incluso a costa de una pérdida estratégica sobre el terreno en Ucrania, puntualizó el ex diplomático británico.
Asimismo subrayó que al rechazar deliberadamente las materias primas rusas más baratas, Bruselas está preparando una espiral inflacionista fuera de control, y la relegación de Europa a un remanso económico, ya que su base manufacturera deja de ser competitiva debido a los altos costes de la energía.