El gobernador Ron DeSantis dirigió las torturas de Guantánamo
Washington mantuvo en secreto los detalles sobre el papel del popular gobernador republicano Ron DeSantis en Guantánamo.
Un reciente episodio del Podcast Eyes Left recoge el testimonio en primera persona de un exdetenido en Guantánamo, torturado a manos del popular gobernador republicano Ron DeSantis.
Según el podcast del veterano estadounidense Mike Prysner, las funciones de DeSantis incluían la vigilancia en tierra y el interrogatorio de prisioneros.
Prysner describió las acciones de DeSantis como dignas de la televisión, pero no en el sentido ficticio, se inscriben en el género del crimen verdadero.
Washington mantuvo en secreto los detalles sobre el papel de DeSantis en Guantánamo.
A las preguntas sobre el papel de DeSantis, un portavoz de la Marina respondió: "Lamentablemente, los detalles específicos sobre el papel del Sr. DeSantis no están disponibles".
De acuerdo con la transmisión, DeSantis sirvió como oficial del JAG, es decir un juez del cuerpo de abogados. Fue estudiante de Derecho, completó sus estudios universitarios en Yale, donde formó parte de la Delta Cappa Epsilon como los dos Bush -George HW Bush y su hijo, George Bush-. Su carrera política en el Pentágono comenzó inmediatamente en su segundo año de estudios de Derecho.
Sin embargo, su labor no se limitó a los juzgados, sino a la realización de operaciones clandestinas. El trabajo oficial -un disfraz- era "garantizar los derechos humanos de los detenidos".
El punto álgido del trato inhumano y la tortura sistemática en el campo se produjo durante el mandato de DeSantis como oficial del JAG, cuya principal tarea era identificar los puntos débiles de los detenidos y "apretarles las tuercas", y, además, mantener un expediente limpio.
Una historia de sadismo y manipulación
En este podcast, Prysner entrevista a Mansoor Adayfi, engañado por DeSantis de primera mano, mientras el gobernador en funciones no sólo ordenaba torturas, se sentaba, miraba y reía.
Adayfi es de origen yemenita y estaba en una misión cultural en Afganistán en los primeros días de la guerra. Sufrió el secuestro de traidores y Estados Unidos lo trasladó al tristemente célebre campo de detención de Guantánamo.
Según Adayfi, quien soportó torturas durante su encarcelamiento, DeSantis entró y se presentó como el buen samaritano, quería transmitir las preocupaciones de los presos a la administración. Su persuasión conseguía manipular a los reos, los hacía sentir "cómodos" como para hablar.
Para contextualizar, durante una protesta masiva de unos 500 detenidos en huelga de hambre -un problema importante para la administración Bush- trajeron una colección de nuevos individuos despiadados para calmar la alteración.
"Hicimos una huelga de hambre en 2005 y había como 500 presos participando en ella. DeSantis entró en la sala, aclaró su intención de negociar con los presos. Creímos que negociarían y hablarían con nosotros... Pero era una trampa", dijo Adayfi.
Posterior a que DeSantis reuniera información sobre los puntos débiles de los detenidos, entró un general del ejército dispuesto a explotarlos: "Tengo un trabajo. Me enviaron aquí para romper la huelga de hambre. No me importa por qué están aquí ni quienes son. Mi trabajo señor es hacerlos comer. Hoy hablamos, mañana no lo haremos".
Los prisioneros se sorprendieron del engaño de DeSantis. Nos alimentaron a la fuerza con latas de Ensure, un suplemento nutricional líquido para los tomar los ancianos. DeSantis observó cómo se ataba a los detenidos a la silla y se les introducía a la fuerza el alimento por la nariz, cuenta Adayfi.
Según el artículo común tres de la Convención de Ginebra, la alimentación forzada es un acto de tortura, y está prohibida por la Asociación Médica Mundial en una declaración de 1975.
Bajo la supervisión de DeSantis, los administradores de la prisión ataron a los prisioneros por la cabeza, el hombro, el descanso, los muslos y las piernas. También pusieron algún tipo de laxante en el líquido para que defecaran todo el tiempo. Después los trasladaron al régimen carcelario de aislamiento.
"Rompieron todas las huelgas de hambre en una semana", dijo Adayfi. "Era una máquina. Y él estaba allí. Todos miraban -el coronel, los oficiales, los médicos, las enfermeras- y no sólo eso, también nos golpeaban".
La posición de DeSantis no era rutinaria
Otro punto débil aprovechado por DeSantis fueron las quejas de Adayfi sobre la falta de sueño y el ruido en horas de la noche. En respuesta, DeSantis aumentó el ruido intencionado para seguir torturando a los presos.
El puesto de Ron no era algo rutinario. No se limitó a rotar y sustituir a algún otro funcionario de bajo nivel. Hasta entonces, ningún oficial del JAG se asignó ese puesto. Se le incorporó durante una crisis.
De acuerdo con una encuesta publicada la semana pasada, DeSantis es el candidato favorito entre el partido republicano, incluso más que Trump.
El 42 por ciento de los republicanos y de los independientes de similar tendencia prefieren a DeSantis sobre Trump para presentarse a las elecciones presidenciales en 2024. Sólo el 35 por ciento opta por el exmandatario, reveló reciente enuesta de YouGov.