Las protestas continúan en la capital, Beirut y en otras áreas de El Líbano, especialmente la manifestación estudiantil frente al Ministerio de Educación, y el cierre del servicio de registro de automóviles.

Los manifestantes echan tierra frente al Palacio de Justicia en Beirut para impedir la entrada de jueces, empleados y abogados, y exigen acelerar la responsabilidad de las personas corruptas. También rechazan un proyecto de ley Amnistía general.

Por su parte, la Unión de Sindicatos de Empleados del Banco en El Líbano cerró las puertas de las entidades bancarias a los clientes, mientras mantenía las operaciones internas del banco.

Este cierre se produce por temores a ataques después que los depositantes protestaron contra el retiro de depósitos en dólares y la realización de transferencias al extranjero. El sindicato anunció que los cajeros automáticos recibirán efectivo.

Es de destacar que el gobernador del Banco Central de El Líbano, Riad Salameh, dijo que no les pidió a los bancos que tomaran esta medida, y tampoco les informó sobre ello.

El jefe del Sindicato de Sindicatos de Empleados del Banco Libanés dijo que el sindicato pidió la continuación de una huelga el miércoles.

Salameh dijo en una conferencia de prensa el lunes que el banco mantendrá el tipo de cambio de la libra libanesa, y subrayó que se toman las medidas necesarias para no sufrir pérdidas para los depositantes.

Por otro lado, trascendió que el presidente libanés, Michel Aoun, asistirá este martes a un debate televisado sobre los últimos acontecimientos en el país.

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