EE.UU. apoya implícitamente solución de un solo estado en cuestión palestina, dice The Washington Post
Según The Washington Post, es difícil discutir con el juicio de Pompeo que la política anterior de Estados Unidos "no funcionó".

Un eslabón más de la política exterior bipartidista de Estados Unidos se rompió esta semana cuando el secretario de Estado Mike Pompeo revocó una sentencia legal de 41 años del Departamento de Estado que establecía que los asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada eran "inconsistentes con el derecho internacional".
Según The Washington Post, es difícil discutir con el juicio de Pompeo que la política anterior de Estados Unidos "no funcionó".
Los asentamientos israelíes son ahora tan numerosos que es poco probable que un gobierno israelí (o cualquier otro poder externo) pueda eliminarlos por la fuerza.
También es cierto que el inexorable avance de los asentamientos, a pesar de décadas de protestas estadounidenses e internacionales, hace mucho más difícil una solución de dos estados al problema palestino.
Señala el rotativo que la realpolitik tiene un costo, y no sólo en el abandono de los principios legales o morales, pues con esta decisión los palestinos se ratifican como uno de los mayores perdedores de la historia moderna.
¿Y por qué? Esto se debe en parte a que dependían de las promesas de Estados Unidos de revertir la adquisición de tierras por (Israel) por la fuerza después de las guerras árabe-israelíes de 1967 y 1973. Nueve administraciones sucesivas dieron la misma seguridad, y ahora “se ha demostrado que era hueco”.
Estados Unidos nunca fue del todo creíble como mediador en este conflicto, dada su estrecha relación con el régimen israelí.
Pero hasta Donald Trump, todos los presidentes recientes de Estados Unidos trataron de negociar un estado palestino.
Sin embargo, Trump se ha puesto del lado de los vencedores en cuestiones clave sobre el estatus de Cisjordania, los Altos del Golán y Jerusalén.
De acuerdo con el columnista David Ignatuis, generaciones de líderes palestinos prefirieron mantener su dignidad en lugar de comprometerse. Deben haber creído que, al final, los israelíes se cansarían y cederían a sus demandas, pero no ha funcionado así.
El arrepentimiento y la nostalgia no contribuyen a una buena política, como tampoco lo hace la realpolitik en bruto. Las personas que desean una solución justa de la cuestión palestina deben mirar la realidad a los ojos. Y lo que vemos claramente es que mientras las políticas de Trump prevalezcan, una solución de dos estados está fuera de la mesa, por decreto estadounidense.
Pompeo no parece darse cuenta, pero Estados Unidos está ahora apoyando implícitamente una solución de un solo estado - forzando a (Israel) a tomar una decisión agonizante sobre si negar todos los derechos a los residentes árabes de ese estado.
Quizás los israelíes se rebelen contra esta elección y reaviven la posibilidad de un Estado palestino. O quizás los árabes, agotados por este conflicto, induzcan a los palestinos a aceptar la derrota.