Relatora Especial de ONU: Sentencias en caso de Khashoggi son contrarias a la injusticia
Cualquiera que se preocupe por la libertad de prensa, señaló Agnes Callamard, ya sean individuos o gobiernos, debe condenar esta atrocidad hasta que una investigación independiente asuma la responsabilidad de las personas en los niveles más altos.
“Las sentencias en el caso Khashoggi son lo contrario de la justicia. Mediante sentencias de muerte contra varias personas, los testigos principales pueden ser silenciados para siempre, mientras que los autores intelectuales conocidos operan libremente y difícilmente son investigados y juzgados… Eso es exactamente lo que se parece a la impunidad y debe ser condenado”, expresó Agnes Callamard, Relatora Especial de Naciones Unidas la ONU en su artículo publicado en The Washngton Post.
Cualquiera que se preocupe por la libertad de prensa, señaló, ya sean individuos o gobiernos, debe condenar esta atrocidad hasta que una investigación independiente asuma la responsabilidad de las personas en los niveles más altos.
Hasta este punto, la investigación y el juicio sauditas han sido en gran medida inadecuados y no han cumplido con los estándares internacionales mínimos.
Señala Callamard, que según el derecho internacional el asesinato de Khashoggi fue una ejecución extrajudicial, de la que Arabia Saudita es responsable. Sin embargo, en ningún momento la investigación o el juicio consideraron las responsabilidades del Estado.
A juicio de la funcionaria de la ONU, la ejecución de Khashoggi requiere una investigación de la cadena de mando para determinar la identidad de los autores intelectuales, así como de aquellos que incitaron, permitieron o hicieron la vista gorda al asesinato y pueden llegar al propio Muhammad bin Salman, pero tal investigación no tuvo lugar.
La impunidad –opina Callamard– generalmente revela el asesinato de un periodista, independientemente de la represión política, la corrupción, el abuso de poder, la propaganda e incluso la colusión internacional. Y todas estas cosas están en el caso de Khashoggi.
Este juicio no podría haberse celebrado en secreto sin la complicidad de los gobiernos que asistieron y acordaron la confidencialidad. Sobre la base de su participación en muchos de los eventos recientes organizados por el Reino, está claro que los funcionarios gubernamentales, altos ejecutivos e inversionistas esperan avanzar en vista de la riqueza y la estatura geopolítica de Arabia Saudita.
De acuerdo con Callamard, “el Gobierno saudita no debe ser excusado de una investigación adecuada y un juicio justo. Si continúa sin hacerlo, otros gobiernos deben actuar en su lugar. Debe investigar si los procesos penales pueden llevarse a cabo dentro de sus propios países. Debería establecerse un mecanismo permanente dentro de las Naciones Unidas para realizar posibles investigaciones sobre estos asesinatos”.
Como mínimo, punta la experta, Arabia Saudita no debería ser recompensada con visitas diplomáticas ni permitirse organizar eventos internacionales como la cumbre del G20 hasta que se logre una verdadera justicia. El público debe continuar exigiendo que sus líderes nacionales busquen justicia de Arabia Saudita.
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