El enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, Martin Griffiths, expresó que no hay mejor momento para que las partes se comprometan a hacer callar a las armas y poner fin al conflicto a través de una solución política pacífica. 

“Yemen no puede liberar dos batallas a la vez, la guerra y la pandemia del coronavirus”, señaló.

Sobre el coronavirus, Griffiths indicó que la nueva batalla contra la pandemia puede agotar las capacidades de Yemen. Por tanto, “lo que podemos hacer es detener la guerra para dirigir nuestra atención hacia esta nueva amenaza".

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“En las últimas dos semanas hemos entablado negociaciones diarias con las partes sobre los contenidos de los acuerdos propuestos por las Naciones Unidas", dijo el diplomático.

"Estamos avanzando muy bien para llegar a un consenso sobre la propuesta de un alto el fuego en todo Yemen. Redoblamos nuestros esfuerzos para resolver los puntos de diferencia más importantes entre las partes. Hay una oportunidad de establecer la paz a Yemen, que está pasando por un momento muy difícil", agregó.

A su vez, el jefe de la delegación negociadora de Saná, Mohammed Abdel Salam, dijo que la coalición ha lanzado más de 35 operaciones ofensivas y 250 redadas desde que alegó el alto el fuego.

Agregó que la continuación del asedio confirma que el alegato de la coalición de un alto el fuego no es más que una maniobra escandalosa.