Macron y Le Pen debaten sobre la prohibición del velo en Francia
Marine Le Pen no abandona su línea dura contra la inmigración y su oposición al velo islámico, mientras Macron busca obtener los votos de Malenchon.
La polémica entre Emmanuel Macron y su contrincante en las elecciones presidenciales francesas, Marine Le Pen, por el compromiso de esta última de prohibir el uso del velo en lugares públicos, a la luz de los dos candidatos que compiten por hacerse con los votos de los votantes musulmanes.
Ganar el apoyo de los partidarios de Melenchon se considera crucial para que Macron asegure su victoria en la segunda vuelta.
Tras una serie de atentados en Francia a finales de 2020, acusados de estar detrás de ellos extremistas islamistas, el presidente francés criticó lo que llamó "aislacionismo islamista" en Francia, e impuso una serie de medidas para limitar su propagación.
Sin embargo, la Gran Mezquita de París y la Liga Musulmana de Francia emitieron ayer viernes un llamado a los votantes para que sufraguen por Macron en la segunda vuelta de las elecciones.
La sensibilidad de esta polémica aumenta, dado que los dos candidatos se presentan como guardianes del laicismo francés y del principio de separación de la religión del Estado.
La polémica llegó al interior del terreno de Le Pen: Robert Menard, alcalde de Beziers y uno de los partidarios de Le Pen en la segunda vuelta, consideró "incorrecta" e "inaplicable" su política sobre el velo.
Le Pen busca derrotar a Macron y causar la mayor brecha en la historia de la política francesa moderna en la segunda vuelta de las elecciones del 24 de abril, ya que las encuestas de opinión indican una intensificación de la competencia entre ellos a pesar de la ventaja del centrista Macron.
Los analistas dicen que una de las razones del avance de Le Pen es su éxito al presentarse a sí misma como una candidata más moderada y la mejor capacitada para lidiar con problemas, incluidos los altos precios.
Pero, es dura con el velo, y dice que, si es elegida, multará a las mujeres que lo usen en público.
Mientras tanto, Macron trató de explotar la insistencia de Le Pen en esta idea para argumentar que sus políticas no eran diferentes de las del Frente Nacional de línea dura fundado por su padre, Jean-Marie Le Pen.
También se presentó como un defensor de la libertad religiosa, subrayando que prohibir el velo significaría constitucionalmente prohibir todos los símbolos religiosos, incluidos el solideo y la cruz judíos.
- "¡El primero en hacerlo!"
"Esta es la mejor respuesta a las tonterías que he estado escuchando", respondió Macron, en una aparente referencia al plan de Le Pen.
Y fue más allá el jueves pasado en una visita a la ciudad portuaria norteña de Le Havre y dijo: "Ningún país del mundo prohíbe el velo en lugares públicos. ¿Quieres ser el primero en hacerlo?".
Macron es claramente consciente de la importancia del voto musulmán en Francia, que suman unos cinco millones y representan el nueve por ciento de la población.
Según una encuesta de Ifop, el 69 por ciento de los votantes musulmanes en la primera vuelta de las elecciones eligió en tercer lugar al candidato de la izquierda radical, Jean-Luc Melenchon.
Ganar el apoyo de los partidarios de Melenchon se considera crucial para que Macron asegure su victoria en la segunda ronda
“Hoy, fuerzas llenas de odio piden el exilio de los musulmanes… votemos por Emmanuel Macron”, dijo en un comunicado Shams El-Din Hafeez, decano de la Gran Mezquita de París.
- "No está bien"
Le Pen dijo que usar un pañuelo en la cabeza en lugares públicos en Francia debería considerarse un delito que requeriría una multa policial al igual que una infracción de tráfico.
La sensibilidad de esta polémica se agudiza, dado que los dos candidatos se presentan como guardianes del laicismo francés y del principio de separación entre religión y Estado.
"El velo lo imponen los islamistas", dijo Le Pen a la televisión BFM en una entrevista el viernes anterior, y lo describió como un "uniforme".
La candidata dijo que en "algunas regiones" de Francia, las mujeres que no usaban el velo eran "aisladas" y "juzgadas".
"No es cierto. No es cierto", respondió la mujer entre risas y cuestionando la veracidad de Le Pen, y agregó que su padre había luchado por Francia en el ejército durante 15 años.
La polémica llegó al interior de su campo: Robert Menard, alcalde de Beziers y uno de los partidarios de Le Pen en la segunda vuelta, consideró "incorrecta" e "inaplicable" su política sobre el velo.