¿Qué alternativas tiene Europa para sustituir el gas de Rusia?
La Unión Europea planea introducir un nuevo paquete de sanciones contra Moscú en respuesta a su operación militar en Ucrania que podría incluir un embargo gradual a las importaciones del petróleo ruso.
Se trataría de la sexta ronda de medidas punitivas que la Comisión Europea busca aprobar próximamente.
Sin embargo, a la institución con sede en Bruselas aún le queda por resolver la división entre sus Estados miembros, ya que dos de ellos tienen una gran dependencia de los hidrocarburos rusos. Una vez que la Comisión Europea presente un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, son los Estados miembros los que tienen que aprobarlas por unanimidad.
No obstante, Eslovaquia y Hungría aseguraron ayer martes que no apoyarán las restricciones dirigidas contra la energía rusa. Frente al desacuerdo interno en el bloque formado por 27 naciones, la Comisión podría ofrecer a Bratislava y Budapest “una exención o un largo periodo de transición”, según dos funcionarios de la Unión Europea citados por Reuters.
Por su parte, el Ministerio de Economía de Eslovaquia aseguró que buscará una exención de cualquier embargo del petróleo ruso. “Si se trata de un embargo aprobado del petróleo ruso como parte de un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, entonces Eslovaquia solicitará una exención”, comunicó el organismo.
En paralelo, Hungría ha afirmado en reiteradas ocasiones que no firmará sanciones relacionadas con la energía. Su primer ministro, Viktor Orban, advirtió que las posibles restricciones al crudo proveniente de Rusia constituyen una “línea roja” para Budapest.
Europa es el destino de casi la mitad de las exportaciones de crudo y productos derivados del petróleo de Rusia y en general la Unión Europea depende de Rusia para el 26 por ciento de sus importaciones.
Mientras tanto, Eslovaquia y Hungría son dos países especialmente dependientes de la energía rusa y el año pasado importaron de Rusia el 96 y el 58 por ciento, respectivamente, de su crudo y productos derivados del petróleo.
Según lo previsto, el paquete de sanciones de la Unión Europea se presentará a los embajadores de los gobiernos europeos hoy miércoles. Pero, podrían pasar varios días antes de que las medidas entren en vigor.
Las alternativas de Europa para sustituir el gas de Rusia
El reciente cierre del gasoducto que abastece a Polonia y Bulgaria desde Rusia ha levantado todas las alarmas en Europa, que busca urgentemente fuentes alternativas de energía con las que suplir el gas de Moscú.
El Kremlin había advertido que desde el 1 de abril los pagos deberían realizarse en rublos, la moneda local, algo a lo que la comunidad internacional se niega.
La decisión de Rusia es una medida estratégica, ante las incesantes sanciones económicas de Occidente. Rusia es el principal proveedor de gas natural a Europa, que antes de la guerra de Ucrania compraba alrededor del 40 por ciento de su gas a la compañía estatal rusa Gazprom.
Analistas creen que la incertidumbre geopolítica por el enfrentamiento está disparando los precios y aumenta el riesgo de que se interrumpa el suministro de gas a otros países de la Unión Europea.
¿Pero quién puede suplir el agujero que dejará Rusia si decide detener el suministro hacia el Viejo Continente? “A corto plazo, es probable que los países de la Unión Europea puedan soportar una interrupción a gran escala del suministro de gas ruso durante el verano, gracias a mayores importaciones de gas natural licuado procedentes de EE.UU. y Qatar, al uso de los almacenes de gas y a los recortes en la demanda”, afirma Levon Kameryan, analista senior de Scope Ratings.
Sin embargo, incluso en este escenario, añade, “el aumento de los precios podría ser muy perjudicial para la recuperación económica de Europa”.
El primer lugar al que han acudido las naciones europeas es a Estados Unidos. La potencia mundial se comprometió a aumentar sus envíos en barco de gas natural licuado a Europa en 15 000 millones de metros cúbicos. Se sumarán a los 22 mil millones de metros cúbicos del año pasado.
Pero Rusia vende unos 155 mil millones cada año, por lo que queda claro que prescindir del suministro ruso requiere buscar nuevos proveedores.
Noruega, por su cercanía y volumen de producción, se sitúa entre los destinos favoritos de la Unión Europea, aunque países como Alemania ya se han apresurado a estrechar lazos con Qatar o Emiratos Árabes Unidos.
Gracias a sus inmensos yacimientos marinos, el país nórdico es el tercer exportador mundial tras Rusia y Qatar y cubre el 20 por ciento de la demanda del gas natural europea y actualmente es el único país que provee energía a Europa dentro del continente. Sus principales clientes son Alemania, Reino Unido, Países Bajos y Francia y con ellos Noruega tiene gasodutos directos que cruzan el Mar del Norte.
El principal productor de gas noruego, Equinor, ha dicho que planea impulsar las exportaciones a Europa en los próximos meses aumentando la producción y posponiendo las paradas de mantenimiento habituales en el verano del hemisferio norte.
Dado que Equinor es una empresa estatal, detrás de la decisión se encuentra el gobierno de Noruega, que ha permitido que aumente la producción hasta en 1 400 millones de metros cúbicos. El primer ministro Jonas Gahr Store garantizó en febrero a los países europeos que mantendrán altos volúmenes de exportación.
África como Plan B
Argelia, Nigeria, Tanzania y otros países de África también aparecen en el radar de muchas de las grandes petroleras con negocio en Europa que están tratando de cerrar acuerdos en el continente.
“Hasta el momento, los gigantes del petróleo y el gas BP, Shell, ExxonMobil y la noruega estatal Equinor han señalado su intención de abandonar Rusia, mientras que Total no realizará nuevas inversiones”, afirman los expertos de la firma.
África proporcionó el 18 por ciento del gas importado de Europa durante la última década y ahora se está preparando para aumentar esa participación.
“Actualmente se espera que la producción africana de gas comience a aumentar en la segunda mitad de esta década a medida que se pongan en marcha nuevos proyectos. La nueva ola de aceleración de proyectos podría impulsar este auge”, agregan.
Y cita ejemplos como el de la italiana Eni que acelerará su proyecto en Congo y tiene como objetivo ayudar a llevar suministros a Europa desde proyectos en Argelia, Egipto, Nigeria y Angola.
Por su parte, Shell, Equinor y ExxonMobil tienen importantes planes en Tanzania.