La policía sudanesa disparó gases lacrimógenos para dispersar a decenas de manifestantes que exigían un gobierno civil en el centro de Jartum, cerca del Palacio Republicano.

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Esta medida se da como continuación de las protestas convocadas por opositores al golpe de estado llevado a cabo por el jefe del Ejército el año pasado.

Desde el domingo por la mañana, las fuerzas de seguridad sudanesas se han desplegado en las calles de Jartum en previsión de los sucesos, y han colocado bloques de hormigón en los puentes que unen a la capital con los suburbios, con el objetivo de cerrar las principales vías de acceso al cuartel general del ejército, lugar habitual de las movilizaciones.

Desde el golpe militar perpetrado por Abdel Fattah al-Burhan el 25 de octubre del año pasado, 114 manifestantes murieron, según detalla el Comité Central de Médicos de Sudán.