Violencia no se detiene en Haití
Los manifestantes asaltaron y quemaron un almacén del Programa Mundial de Alimentos.
El alza de los precios de los combustibles provocaron una nueva jornada de protesta, ssaqueos y manifestaciones en varias ciudades de Haití.
Miles de haitianos, por quinto día consecutivo tomaron las calles de Puerto Príncipe, St. Marc y Gonaïves, para demandar la rebaja de precios de los combustibles y exigir la renuncia del primer ministro, Ariel Henry.
Fuentes locales de la ciudad de Gonaïves, al noroeste de la capital, Puerto Príncipe, denuncian la violencia de las manifestaciones que saquearon negocios y destruyeron instituciones oficiales, incluyendo la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos y los almacenes del Programa Mundial de Alimentos, que la víspera ya había sufrido un incendio.
#Artibonite #Haiti🇭🇹- The🇺🇳#UnitedNations World Food Programme's storage facility in #Gonaïves with around 1,400 tonnes of supplies, was looted by crowds before being burned down amid recent civil unrest [📹@madanboukman] pic.twitter.com/sXTIILepyL
— CyclistAnons (@CyclistAnons) September 17, 2022
Un comunicado del Programa Mundial de Alimentos condenó estos actos de vandalismo y explicó que los suministros destruidos o atracados estaban destinados para la alimentación de 100 mil niños en las escuelas hasta el cierre del año.
También asaltaron una dependencia de la Iglesia Católica, una cervecería, universidades públicas, empresas privadas y el antiguo departamento de Obras Públicas.
A Catholic church, the Catholic "charity" Caritas and several other Catholic institutions attacked and looted in Gonaïves, #Haiti. They even took away the robes. pic.twitter.com/wZ2DXBwguu
— Madame Boukman - Justice 4 Haiti 🇭🇹 (@madanboukman) September 16, 2022
El día anterior habían atacado los estudios de la Televisión Nacional de Haití, lanzando piedras a los cristales y quemando tres autos, mientras la mayoría de las instituciones públicas continuaba cerradas.
Miles de personas permanecen sin acceso al agua y los alimentos por el alto costo de la vida, el cierre de negocios y el bloqueo de vías con barricadas y neumáticos ardientes.
El aumento de los combustibles traerá como consecuencia el encarecimiento del transporte, y de otros productos y servicios básicos.
Tras el asesinato del entonces presidente Jovenel Moise en 2021 y el libre albedrío de las pandillas criminales en los principales centros urbanos, Haití se ha sumido en un clima de violencia, muerte e incertidumbre.