Esposa de Khashoggi demandará a empresa Pegasus por espionaje
Tras la inclusión de la empresa de software espía en la lista negra de Estados Unidos, la viuda de Khashoggi pretende demandar a Pegasus, del Grupo NSO, por los intentos de espiarla.
Hanan Elatr, la esposa del periodista saudita asesinado Jamal Khashoggi, reveló que fue blanco del programa espía israelí Pegasus y se prepara para llevar a su fabricante, el Grupo NSO, a los tribunales estadounidenses.
También declaró su intención de demandar a Arabia Saudita y a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) por sus intentos de instalar el software en su teléfono.
Elatr, quien actualmente reside en Estados Unidos, cree que hay dos teléfonos móviles, un iPad y un ordenador portátil que pertenecían a su marido y se sospecha están en manos de las autoridades turcas, y los quiere recuperar para apoyar su caso.
Su abogada, Randa Fahmy, intentó reclamar los aparatos electrónicos a la embajada turca en Washington el año pasado, pero fue en vano porque los funcionarios insistieron en que solicitara legalmente en Turquía la petición de recuperación.
Una investigación –realizada en colaboración por The Guardian y sus socios del Proyecto Pegasus el año pasado– reveló que un cliente del Grupo NSO tenía como objetivo a Elatr apenas unos meses antes del asesinato de su marido, entre noviembre de 2017 y abril de 2018.
Khashoggi fue brutalmente asesinado y desmembrado en el consulado saudita de Estambul en octubre de ese año.
En 2017, NSO vendió Pegasus a Arabia Saudita. El programa espía se empleó como parte de una campaña despiadada para sofocar la disidencia interna y localizar a los activistas sauditas en el extranjero, según un informe de The New York Times.
Al concluir un examen forense del teléfono Android de Elatr el año pasado, se detectó que cuatro mensajes de texto incluían enlaces maliciosos conectados a Pegasus, aunque el análisis no demostró que se hubiera instalado con éxito.
Sin embargo, el software Pegasus tiene el poder de transformar un teléfono en un dispositivo de vigilancia, activando micrófonos y cámaras sin el conocimiento de su usuario.
Tras su detención en el aeropuerto de Dubái en abril de 2018 por parte de los servicios de inteligencia de los Emiratos Árabes Unidos, el teléfono de Elatr fue confiscado y al ser examinado se pudo constatar que hubo un intento de instalar el software en ese momento.
Con anterioridad, Agnés Callamard, relatora especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales y quien investiga el asesinato de Jamal Khashoggi por parte del Estado saudita, señaló que las autoridades turcas estaban reteniendo los teléfonos de Jamal y su ordenador como parte de la pesquisa.
"En mi última reunión con el fiscal, sugerí que tal vez habría que traer a otros expertos, dado lo difícil que es rastrear e identificar spywares como Pegasus. Pero se negaron o se resistieron a la propuesta. Esperaba que, durante el juicio en Turquía, el fiscal revelara la información que habían recogido en los teléfonos u ordenadores de Jamal. Pero, como sabemos, esto lamentablemente no ocurrió y el juicio en Turquía llegó a un final abrupto sin que se hiciera justicia".
Ahora como secretaria general de Amnistía Internacional, Callamard expresó que había sido notificada de los esfuerzos de Elatr por recuperar los dispositivos de las autoridades turcas y le reiteró su apoyo en el asunto.
"El gobierno turco ha dejado claro que no tiene intención de seguir adelante con la investigación y el juicio. Por lo tanto, debe entregar cualquier prueba que aún esté en sus manos a quienes estén verdadera y auténticamente decididos a revelar la verdad sobre el asesinato de Jamal. Determinar si sus teléfonos habían sido pirateados, si estaba bajo vigilancia digital, identificar los programas de espionaje... son todos elementos cruciales tanto para decir la verdad como para comprender y prevenir los ataques contra los disidentes", explicó.