Ana Belén Montes volverá a ser una mujer libre
La señora Montes era oficial de alto rango en la Agencia de Inteligencia Militar (DIA, por sus siglas en inglés) del Pentágono, y estaba a cargo de Cuba. Fue acusada de espionaje, pero su gran delito fue poner la conciencia por encima de la seguridad personal, de una carrera y una vida exitosa.
Cuba y sectores de Puerto Rico, incluida la diáspora boricua en Estados Unidos, celebrarán la liberación de Ana Belén Montes, cuya fecha de excarcelación será el 8 de enero de 2023.
La excarcelación de esta exoficial de alto rango en la Agencia de Inteligencia Militar (DIA, por sus siglas en inglés) del Pentágono, se esperaba a finales de 2021 por comportamiento ejemplar, pero una agencia federal declinó su autorización para que terminara su condena en un hogar de transición a su libertad.
Desde su cargo en la DIA estaba a cargo de Cuba. Fue acusada de espionaje, pero su gran delito fue poner la conciencia por encima de su seguridad personal, de una carrera y una vida exitosa.
La arrestaron el 20 de septiembre de 2001 por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI), mientras se encontraba en su oficina.
Días después fue acusada de conspiración para cometer espionaje a favor de Cuba, se le sometió a juicio y sentenció a 20 años de prisión.
Ana estuvo encarcelada en el Federal Medical Center (FMC) en Carswell, dentro de las instalaciones militares de la Estación Aérea de la Marina estadounidense en Fort Worth, Texas, Estados Unidos. Luego fue trasladada a una prisión federal especial para delincuentes con problemas de salud física o mental, aunque no tenía nada de eso en el momento de su encarcelación.
“Honorable, yo me involucré en la actividad que me ha traído ante usted porque obedecí mi conciencia más que obedecer la Ley. Yo considero que la política de nuestro gobierno hacia Cuba es cruel e injusta, profundamente inamistosa; me consideré moralmente obligada de ayudar a la Isla a defenderse de nuestros esfuerzos de imponer en ella nuestros valores y nuestro sistema político”, le dijo Ana al magistrado federal que la sentenció.
A la opinión pública en Puerto Rico le faltó información porque pocos medios investigaron y divulgaron lo que realmente sucedió con Ana que fue objeto de estigmas y prejuicios por la generalización del espionaje castrista que se le atribuye.
Lo cierto es que tras poco más de dos décadas de cárcel, sobrevivió incluso a una enfermedad de cáncer de mama y fue sometida a una mastectomía parcial, pero la intervención no debilitó su espíritu.
No pocos se preguntan cómo Ana sobrevive junto a criminales y enfermas mentales en la institución Federal Medical Center (FMC) en Carswell, en las instalaciones militares de la Estación Aérea de la Marina estadounidense en Fort Worth, Texas, Estados Unidos.
Mujer brillante y sagaz, construyó imaginariamente una cápsula en la que ha vivido durante años de reclusión para sobrellevar anímica y emocionalmente un encierro sicológico que a otra persona sin sus herramientas hace rato hubiera desquiciado.
Ana, una mujer realizada profesionalmente, con un buen salario, una familia que la ama y un novio, renunció a su libertad por amor a la justicia, específicamente al derecho del pueblo cubano por vivir sin la opresión y el vejamen de un bloqueo económico prolongado por varias décadas.
Moral y éticamente, en conformidad con su sentido de justicia, respeto, paz y amistad entre los países, Ana Belén Montes renunció a su vida de privilegios.
Arriesgó su vida y libertad sin ganancia alguna excepto la tranquilidad de su conciencia. Por sus principios, mientras trabajaba en el Pentágono, evitó mayores daños y desgracias al Pueblo cubano.
Con su inteligencia, se protegió de la locura y de un infierno, escribiendo análisis políticos y literarios, cartas y anotando sus memorias a manera de un diario.
En su cápsula, mantiene su mente ocupada. Es una reprogramación mental para la ecuanimidad y el autocontrol aunque el mundo se le derrumbe al lado por la insospechada diversidad de escenarios sicológicos que a nivel institucional se expone, pero que no hacen mella en su carácter.
Ana lee mucho sobre Puerto Rico y la historia de su condición colonial. Uno de sus textos favoritos es El Libro de la Alegría de Dalai Lama y el arzobispo emérito de Sudáfrica, Desmond Tutu.
Ana no es una persona religiosa, pero reconoce —como ser integral al fin— la necesidad de cultivar su espiritualidad.
No suele escuchar música, mas sí escribe diariamente y disfruta videos sobre la Madre Tierra y su riqueza ecológica, que le ayudan a conciliar paz. Durante un tiempo impartió clases de español a parte de la comunidad de reclusas, a pesar de que no pocas padecen de sus facultades mentales.
En Cuba, donde la consideran una heroína, la esperan con simpatía, solidaridad y entusiasmo.
Los comentarios de los cubanos son numerosos y celebran la liberación que se avecina. Ana es un signo del sueño de Martí. Su acción fue motivada por justicia con la Mayor de las Antillas , que también resiste el bloqueo económico de Estados Unidos.
Desde Cuba, Guillermo Soffi escribe: “¡Valiente mujer! La esperamos en Cuba en algún momento. Un abrazo para ella”.
Entre decenas de comentarios publicados por cubanos en este medio independiente, Alfredo Molina Benítez comenta: “A su salida de su encierro, Cuba puede ser su patria. Para que viva tranquila y segura”.
Alfredo Ceballos compartió en el chat de Prensa sin censura: “Éste caso engrosa el vergonzoso expediente de injusticia del país que se autoproclama campeón de las libertades. Ana es una heroína mundial y mientras más se conoce su caso más respeto y admiración despierta”.
Por su parte, Carmelo Cedrés escribe: “Ana Belen Montes no cometió un crimen, sino un acto de solidaridad y heroismo. Causan admiración su dignidad y resistencia por tanto tiempo. Con muchos deseos de que sea excarcelada pronto, la cárcel nunca ha podido destruir las ideas justas, o hacer prisonera a una conciencia solidaria y libre”.
Mientras, son miles las personas que le escriben cartas que luego se les devolvieron porque las autoridades federales las sometían a un riguroso escrutinio político.
Luis Raúl Sáez Ríos, un boricua residente en el estado de la Florida, es una de las miles de personas que en la pasada Navidad le escribieron a Ana y sus misivas fueron devueltas.
“Continuaré enviando las cartas hasta el día que sea libre y si me las devuelven se las entregaré personalmente”, dijo Sáez Ríos.
A inicios de 2021 su prima Miriam Montes Mock agradeció la solidaridad de los cubanos y boricuas a la causa de la liberación de Ana Belén Montes.
El cumpleaños de Ana Belén Montes es el 28 de febrero. Cumplirá 66 años y por primera vez en poco más de 20 años los celebrará con su Familia. Su conciencia sigue tranquila. Y todos estos años la sostuvo el Amor que es partidario incondicional de la Justicia.
“Mi mayor deseo sería ver que surja una relación amistosa entre Estados Unidos y Cuba. Espero que mi caso, en alguna manera, estimule a nuestro gobierno para que abandone su hostilidad en relación con Cuba y trabaje conjuntamente con La Habana, imbuido de un espíritu de tolerancia, respeto mutuo y entendimiento”. Así lo dijo Ana Belén Montes.