El gigante petrolero Aramco, con sede en Arabia Saudita, proclamó el domingo una ganancia de 161 mil millones de dólares en 2022, la más alta jamás registrada por una compañía cotizada en la bolsa de combustibles.

Las ventajas obtenidas por Saudi Arabian Oil Co. (su nombre oficial)  a raíz de las sanciones a Rusia el año pasado generaron grandes críticas en su país y el mundo, de acuerdo con expertos.

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Esta empresa subió los precios de sus productos a partir de la limitación de Moscú para exportar pertróleo y gas natural a sus clientes habituales, como una represalia occidental tras el inicio de la operación en Ucrania.
 
Segun varias fuentes, Aramco también procuró explotar sus posibilidades mientras China permaneció al margen del mercado global en cumplimiento de sus restricciones por el nuevo coronavirus, SARS-CoV-2.

Esos ingresos desmedidos financiarán los planes del príncipe heredero Mohammed bin Salman, quien sueña con desarrollar paisajes urbanos futuristas y dejar atrás la dependencia del petróleo.

Como alertaron varias agencias, esos delirios multimillonarios no tienen en cuenta las crecientes preocupaciones internacionales sobre la quema de combustibles fósiles y su impacto en el cambio climático, mucho menos la inflación sufrida en otras naciones.

Aramco es desde hace años la mayor exportadora de energía en el mundo, y su actual estrategia tensa las relaciones entre Riad y Washington.