Estados Unidos: carcelero internacional
El mapa de prisiones declaradas y secretas estadounidenses crece a lo largo de su presencia e influencia en el mundo.
Miles de detenidos del grupo terrorista de Daesh están en prisiones controladas por Estados Unidos.
El mapa de prisiones declaradas y secretas de Estados Unidos crece con su presencia e influencia en el mundo y ocupa una posición pionera en el establecimiento de prisiones y centros de detención, ya sea para oprimir y destruir a los presos o para utilizarlos en proyectos de seguridad e inteligencia al servicio de sus intereses.
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En la actualidad, más de 10 mil extremistas de Daesh están encarcelados en 26 prisiones temporales de las Fuerzas Democráticas Siria (FDS) y 54 mil mujeres y niños residen en otros campamentos.
La gestión de estas penitenciarías es responsabilidad de las fuerzas locales, mientras la inteligencia estadounidense toma decisiones sobre el destino de los "combatientes" y sus cabecillas en absoluto secreto, incluido el traslado de reos de un país a otro bajo la cobertura de asegurar juicios imparciales o dirigirlos a diferentes campos de batalla, de acuerdo con las necesidades.
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La amenaza de un “ejército de Daesh” en las cárceles es una herramienta de Washington para enviar mensajes. Para el general Michael Korella, esa tropa retenida en Irak y Siria es una amenaza inminente.
Centros de detención y prisiones declaradas y secretas bajo la bandera de EE.UU.
Por ejemplo, la organización estadounidense Iniciativa pro-Justicia de la Sociedad Abierta reveló hace años parte del secretismo del programa de la CIA para la extradición de detenidos y su tortura en prisiones negras.
Un total de 54 países albergaron prisiones secretas o asistieron en el traslado o tortura de personas sospechosas de ser 'terroristas' después del 11 de septiembre.
Centros de monitoreo e investigación de derechos humanos llamaron a algunas prisiones norteamericanas fuera de sus fronteras con el nombre de sitios negros, establecidos por la CIA para interrogar a sospechosos fuera del país con el uso de la tortura.
Europa, según un artículo del Washington Post publicado en 2007, participó en facilitar instalaciones y ayuda a Estados Unidos para el establecimiento de penales secretos y el traslado de reclusos para "interrogarlos".
Human Rights Watch también expuso cómo la CIA estableció prisiones secretas en Europa del Este y Medio Oriente.